Rumania sigue siendo un país atractivo para los inversores extranjeros y el año pasado alcanzamos un pico. La inversión extranjera directa superó los 7.200 millones de euros en 2021, más del doble del nivel registrado en 2020 (3.000 millones), según datos publicados por el Banco Nacional de Rumanía (BNR), cuenta la Asociación de Empresas Españolas en Rumania (ASEMER).
Las razones principales por las que Rumania continúa atrayendo a muchos inversores extranjeros son mano de obra barata, pero bien capacitada y educada, impuestos bajos, especialmente el impuesto único sobre las ganancias y la renta del 16 por ciento (aplicado tanto a empresas como a individuos). Rumania también tiene un código laboral liberal y, lo que es más importante, una posición geográfica favorable, siendo el puente entre Oriente y Occidente para un mercado de consumo de 500 millones de personas.
