El miércoles 31 de octubre el Presidente del Parlamento Europeo, Sr. Martin Schulz, pronunció un discurso en el Parlamento Rumano, discurso que estuvo lleno de buenos deseos:
- El Sr. Schulz solicitó una mayor participación e integración de Rumania en la Unión Europea y en sus instituciones.
- Apoyó la entrada sin reservas de Rumanía en la zona Schengen tras las medidas de control de fronteras externas hecho por el país.
- Apeló a un aumento del presupuesto de la Unión Europea para el periodo 2014–2020, destacando que más austeridad sería muy contraproducente.
- Destacó el crecimiento de PIB rumano esperado para el 2013, un 2,5%.
- Deseó la entrada de Rumanía en la Unión Bancaria Europea.
Las realidades son otras, más allá de las buenas palabras:
-No hay una conciencia clara en el país de qué significa ser miembro de la Unión Europea. En la reciente crisis institucional hubo muchos comentarios –de gente corriente, diplomáticos y políticos- contra esa Unión que se mete en temas internos rumanos, como si la crisis institucional no fuese con Europa.
- Rumanía no entra en la zona Schengen por el bloqueo de Holanda, y esto ya dura demasiado tiempo. Tengo oídos rumores sobre las razones por las que Holanda bloquea la entrada, y no tienen nada que ver con la seguridad y sí mucho con los intereses económicos. Sea verdad o no, no hay motivo para este boicot.
- El principal escollo para este aumento es Alemania, y la razón para que Alemania se oponga es la imagen –a veces real y otras no– de que gran parte de ese dinero se pierde en corrupción. Aquí, Rumanía tiene mucho que arreglar, tal como aseguró el presidente del Senado rumano, Crin Antonescu, en una entrevista de ayer a El Mundo.
- Desde que acabó el verano he notado un real empeoramiento económico, al menos en las clases medias. No hay liquidez, cierran muchas pequeñas y medianas empresas y puede subir el paro. ¿Cómo va a crecer el país en estas condiciones? ¿En que se basa esa previsión?
- El gobernador del Banco Central de Rumania, el Sr. Mugur Isarescu, es una figura por lo general respetada en Rumanía y en el mundo. El Sr. Isarescu está en general a favor de la unión bancaria como un paso previo a la unión fiscal. De nuevo la Sra. Merkel se opone a esta unión, o al menos intentará retrasarla lo más posible para esconder los problemas de muchos pequeños bancos alemanes. Si la Canciller se opone, no habrá unión.
Aprecio mucho al Sr. Schulz por varias razones, y se agradece su buena intención, pero de nada sirven los discursos de buenos deseos si su puesta en práctica depende de gente que, presente o ausente, harán como si oyeran llover.
