Varias explosiones en una estación de gas licuado en Crevedia, una localidad rumana situada a 30 kilómetros al noroeste de Bucarest, provocaron en la noche del sábado al menos dos muertos y 57 heridos, de los cuales 26 son bomberos que se hallaban en el lugar del siniestro tras la primera deflagración, indicaron las autoridades de Rumania. Todavía no han confirmado las causas pero se baraja de algún error mientras se estaba llenando una cisterna de otra.

Interventia pompierilor la CrevediaFoto: Daniel MIHAILESCU / AFP / Profimedia

Entre los heridos, ocho presentan quemaduras graves, según responsables del servicio médico. Hasta la estación de gas licuado se desplazaron más de veinte vehículos de los servicios de emergencia para apagar el incendio y se obligó a evacuar a 3.000 residentes en un radio de 700 metros. La segunda explosión pilló desprevenidos a los bomberos que, al parecer, no se esperaban que pudiera ocurrir otra detonación cuando intervenían a tan solo 100 metros de distancia de la primera explosión, explicó Bogdan Popescu, jefe de los Servicios de Emergencia de la provincia de Dambovita. Dos personas afectadas están entubadas con quemaduras de grado 3 y 4 en el 95% de sus cuerpos.

El primer ministro, Marcel Ciolacu, afirmó que había activado el sistema europeo de protección civil para que algunos pacientes pudieran ser trasladados a otros países de la Unión Europea. En concreto, dijo que cuatro de ellos iban a ser transferidos a un hospital de Italia y Bélgica a lo largo de la noche. “En este momento nos concentramos en salvar tantas vidas como sea posible”, subrayó el jefe del Ejecutivo rumano.

Por su parte, el presidente Klaus Iohannis transmitió sus condolencias a las familias que sufrieron la tragedia de Crevedia y conminó a una rápida investigación para esclarecer las causas del siniestro. “Una nueva tragedia sacudió a Rumanía esta noche y me entristece profundamente que las explosiones en Crevedia hayan causado víctimas. Envío mis condolencias a las familias afligidas y les deseo una pronta recuperación a los heridos. En este momento, la prioridad cero es proporcionar a todos los afectados el apoyo necesario y facilitar su acceso al tratamiento de emergencia.”, señaló el jefe de Estado en su cuenta X, antiguo Twitter.

“Tan pronto como se estabilice la zona de riesgo, debe iniciarse rápidamente una investigación para determinar si se han violado la ley y las normas. Hago un llamamiento a las autoridades para que tomen medidas urgentes en favor de los heridos a fin de que las tragedias del pasado no vuelvan a ocurrir ", prosiguió Iohannis.

Esta tragedia ha recordado el incendio en la discoteca "Colectiv" de la capital rumana el 30 de octubre de 2015, que se saldó con 65 muertos. El mortífero incidente puso de manifiesto las deficiencias generalizadas en los protocolos de la seguridad de buena parte de los bares y discotecas en Rumanía por la corrupción y desveló graves carencias en la sanidad pública, que costaron la vida a algunos de los heridos, lo que desató una ola de protestas masivas en las calles y que acabó derribando al entonces Gobierno socialdemócrata.