Rumanía ocupó por segundo año consecutivo el último lugar del Índice Europeo del Consumidor de Salud de 2017, por detrás de Bulgaria y Albania, así como otros países de la exYugoslavia, como Macedonia y Montenegro.

Spital din RomaniaFoto: AGERPRES

Para esta clasificación se tienen en cuenta los parámetros como los derechos y la información del paciente, la accesibilidad (tiempo de espera para un tratamiento) los resultados de los tratamientos, los diferentes servicios ofrecidos y la prevención.

Además, Rumania se halla en la primera posición en cuanto al nivel de infecciones en los hospitales resistentes al tratamiento y la mortalidad infantil y entre los primeros puestos en fallecimientos a causa del cáncer y de enfermedades cardiovasculares.

También se encuentra a la cola en el gasto sanitario por habitante, solamente superando a Letonia, Montenegro, Macedonia y Albania.

“Rumanía tiene graves problemas en la gestión de todo el sector público de salud. Rumanía, Albania y Hungría presentan una estructura anticuada del sistema sanitario, por lo que deberian beneficiarse del apoyo profesional para reestructurar los servicios médicos”, señala el informe.