El verano pasado recibí la Beca para Periodistas Internacionales que concede el Instituto Cultural Rumano para investigar durante un mes un tema relacionado con la cultura y sociedad rumana. Decidí aprovechar la ocasión para explorar todas las iniciativas de recuperación de la memoria hístorica que se han llevado a cabo en Rumania en los 27 años que han transcurrido desde la caída del Comunismo.
No sólo es un tema que personalmente me interesa sino también uno de actualidad a raiz de los últimos acontecimientos como las primeras condenas a los torturadores Vişinescu y Ficior y la reapertura de determinados casos similares que estaban archivados o paralizados.
El objetivo de mi investigación era ver exactamente que se había coseguido hacer en materia de memoria histórica y cómo lo han ido haciendo. El resultado han sido horas y horas de conversaciones, entrevistas, lecturas y viajes que me han ayudado a hacerme un idea. Inicialmente no tenía muy claro si sería capaz de hacer algo tan ambicioso pero por fortuna la accesibilidad de toda la gente a la que he contactato, su cooperación, amabilidad y dedicación me han ido facilitando el trabajo. Nunca podré agradecerles lo suficiente todo lo que esta experiencia ha supuesto y lo que por mí han hecho tan sólo concediéndome parte de su tiempo.
Lo que aquí presento es una parte de las charlas con personas, instituciones, fundaciones que trabajan en la ardua y nada grata tarea de dilucidar el pasado y evitar que se olvide.No lo considero un proyecto cerrado porque sigo trabajando en él pero quisiera a través de esta serie de artículos y entrevistas dar a concocer la calidad humana e impresionante labor que todos ellos están llevando a cabo.
Lea el reportaje "La recuperación de la Memoria Histórica en Rumanía".
