Unas mil personas, entre ellas representantes de varias casas reales, rindieron homenaje este sábado en Bucarest a Ana de Rumanía, fallecida a los 92 años, en un funeral en el que el gran ausente fue su marido, el exrey Miguel.

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"Pasamos una página de la historia. Ana de Borbón-Parma fue la última reina de Rumanía, aunque nunca fuera coronada", declaró a la AFP Adriana Chiriac, doctora jubilada y "monárquica convencida" que acudió al funeral.

Nacida en 1923 en París, esta descendiente de Luis XIV se casó con Miguel de Rumanía en 1948, un año después de la abdicación de este último bajo la presión de los comunistas. La pareja tuvo cinco hijas.

Ana de Rumanía falleció el 1 de agosto en un hospital de la ciudad suiza de Morges. Sus restos fueron trasladados a Rumanía, donde varios miles de personas le rindieron homenaje estos últimos días.

El exmonarca de 94 años, que se encuentra en Suiza, anunció "con la mayor tristeza" su ausencia en el funeral, a causa de su delicado estado de salud.

Rumanía, donde la familia real goza de un gran popularidad aunque sólo una minoría es partidaria de reinstaurar la monarquía, decretó este sábado día de duelo nacional.

"Cuando nací, Rumanía era todavía un reino. Es una lástima que desde hace 25 años [desde la caída del comunismo] no hayamos tenido a Ana como reina", lamenta Zenaida Rosu, una jubilada de 80 años.

Tras una misa ortodoxa celebrada en el salón del trono del antiguo palacio real y otra católica, celebrada en una gran plaza próxima, el féretro fue trasladado a Curtea de Arges (centro) para el entierro de Ana en una catedral ortodoxa.

El exrey Miguel, primo hermano de la reina emérita Sofía de España, volvió a su país en 1992 y recuperó la nacionalidad rumana cinco años más tarde.

La pareja se instaló en Bucarest en el año 2000, pero viajaba habitualmente a Suiza.

A principios de marzo, el exmonarca anunció su retirada de la vida pública después de que le fuera diagnosticado cáncer.