El Rey Miguel I de Rumanía cedió este miércoles su título de monarca a su hija, la princesa Margarita, tras haber sido diagnosticado de “leucemia crónica”.

Regele MihaiFoto: Casa Regala

“En las últimas semanas, he recibido la noticia de un diagnóstico médico serio, en un momento en el que la familia y el país celebran 150 años de la fundación de la Dinastía y el Estado rumano moderno”, transmitió el antiguo soberano en un mensaje.

“Estoy seguro de que mi hija, Margarita, heredera de la Corona, encontrará la sabiduría y la fuerza de representarme y de llevar a cabo todas mis acciones públicas”, prosiguió el Rey Miguel I.

“He pedido al Consejo Real que continúe al frente y aconseje a la heredera de la Corona”, concluyó el ex monarca.

El Consejo Real se reunió a petición del Rey Miguel I en Morges, Suiza, para abordar su estado de salud.

“Los diagnósticos del equipo médico son: carcinoma epidermoide metastásico y leucemia crónica”, declaró un miembro del Consejo Real a través de un vídeo colgado en la página oficial del monarca.

El monarca seguirá ahora un tratamiento complejo que le impedirá aparecer en púbico, después de haber sido operado.

El Rey Miguel I de Rumanía, que fue depuesto tras la llegada al poder de los comunistas hace casi 68 años, designó en 2007 a su hija primogénita, la princesa Margarita, como sucesora al trono.

Desde el final de la II Guerra Mundial (1939-1945), Rumanía es una República y una democracia desde la caída del régimen comunista, en 1989, aunque la monarquía sigue contando con el respaldo de un 30 por ciento de la población, según diferentes sondeos.

Miguel I, hijo del Rey Carlos II y de Elena de Grecia, reinó en Rumanía entre 1927 y 1930 bajo regencia y, luego, entre 1940 y 1947.

El ex soberano vivió exiliado 50 años en Versoix (Suiza) con su esposa Ana de Borbón Parma, con la que tiene cinco hijas, y regresó en 1997 a Rumanía, donde recuperó parte de su patrimonio y goza de derechos como exjefe de Estado.