Entre aromas de frutas, verduras de temporada, “murături”, perejil y eneldo oyes un: psst, doamna, domnul, miras alrededor y ves a una persona con dos cubos de plástico tapados con un trapo y un cuchillo en la mano. ¿Qué venderá?, te preguntas. Levanta el trapo, introduce habilmente el cuchillo y te da a probar un trozo al grito de: *nu-i aşa că-i bună?, sonrie esperando que confirmes su pregunta y añade: **Nu e deloc sărată!, cuenta Talía Delgado en el portal Hispatriados.

Branza burdufFoto: USER UPLOADED

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