El diputado del Partido Social-Demócrata (PSD), Andrei Valentin Sava, presentó el pasado 11 de septiembre al Parlamento una iniciativa que pretende reducir los impuestos a los sacerdotes, en un momento en el que existe una controversia en Europa por recibir un trato preferencial. Por su parte, la Asociación Secular-Humanista de Rumania (ASUR) señala que se trata de una medida escandalosa, que responde a un objetivo electoral.

Andrei Valentin SavaFoto: Camera Deputatilor

Sava, de 31 años, justifica su propuesta al considerarla como "un reconocimiento a la constribución al culto en la sociedad rumana" y agrega que "representa una necesidad porque la mayoría de los beneficios de la iglesia que proviene de las donaciones se destinan a actividades filantrópicas".

ASUR indica que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el Estado paga los salarios, impuestos, seguridad social y la contribución de unos 56.000 representantes religiosos, muchos más que médicos en el territorio rumano.

Asimismo, los fondos del presupuesto anual destinados a los sacerdotes rondan los 20 millones de euros.

"¿A quién quiere apoyar? ¿a los profesores, médicos, militares? Sava se queja de la suerte de los sacerdotes", lamentó Toma Patrascu, vicepresidente de ASUR, quien añade que, precisamente, viene en periodo de elecciones.