El ministro francés de Interior, Manuel Valls, que se trasladó este jueves a un barrio gitano para comprobar un proyecto europeo de integración de la comunidad romaní, declaró que su situación no se puede resolver en pocos meses. En el acuerdo firmado con el Gobierno rumano, se beneficiarán 80 familias con un programa de instrucción y creación de empresa.

"El problema de los romaní de Rumania regresados de Francia es complejo y no se puede resolver en pocos meses. Se conoce desde hace décadas y, para esto, no sirven ni los discursos ni las acusaciones. Ni estigmatizamos a los gitanos ni a Rumania", señaló Valls.

"Francia tiene una política que pasa por desmantelar las chabolas ilegales, trasladarles a la frontera, luchar contra el crimen organizado y hacer esfuerzos para su integración en Francia", indicó el ministro francés.

La integración de los gitanos se discutirá en el próximo Consejo de ministros de Exteriores de la UE.

Valls visitó la escuela Pavel Dan de Campia Turzii, donde se lleva a cabo desde 2011 un proyecto con financiación europea para que unos 205 niños, muchos de ellos gitanos, se adapten a la sociedad.

En el acuerdo que sellaron el miércoles Valls y el primer ministro rumano, Victor Ponta, se plantea desarrollar un proyecto piloto para apoyar la reinserción en Rumania de un grupo de 80 familias pertenecientes a la minoría romaní con un programa de instrucción y la creación de una empresa.

Además, se financiará el coste del billete de avión con un excedente de 40 kilogramos por adulto y 10 kilogramos por niño.