La Unesco declaró este martes la antigua mina romana de Rosia Montana, en Rumania, Patrimonio Mundial de la Humanidad, una decisión que pone fina a la polémica suscitada sobre su posible explotación por las toneladas de minerales preciosos que yacen del subsuelo de la considerada zona con la mayor reserva de oro de Europa.

Roșia MontanăFoto: HotNews.ro / Victor Cozmei

La discordia comenzó en los años 1990 cuando la compañía canadiense Gabriel Resources se asentó en el municipio para extraer 300 toneladas de oro y 1.600 toneladas de plata haciendo saltar por los aires cuatro macizos en los que se hallaba la mayor parte de los vestigios romanos.