Las protestas contra una controvertida explotación de una mina de oro en la región de Transilvania durante ocho días provocó hoy una escisión en la coalición gubernamental de centroizquierda, después de que el primer ministro, el socialidemócrata Victor Ponta, declarase que los manifestantes “han alcanzado su objetivo”.

Victor PontaFoto: Agerpres

Con un rostro visiblemente enfadado, Ponta señaló que la solución al proyecto minero, en el que se prevé el uso de una gran cantidad de cianuro, un material altamente tóxico, pasa por el rechazo urgentemente del Senado y de la Cámara de Diputados y añadió: “Con esto, basta”.

Unas 8.000 personas se pasearon durante la tarde del domingo por las principales avenidas de la capital rumana, agitando botellas de plástico con monedas y piedras para marcar el ritmo del zumbido y vociferando “Unidos, salvamos Rosia Montana”, una zona montañosa de los Cárpatos, centro de Rumanía.

“¿Qué sentido tiene crear una comisión (específica sobre la explotación minera) si los líderes políticos se han pronunciado ya antes del debate?”, lamentó Ponta ante la confesión del líder del Partido Nacional Liberal (PNL), con quien gobierna, y presidente del Senado, Crin Antonescu.

“No me puedo enfadar en absoluto (respecto a las declaraciones de Antonescu). El presidente Traian Basescu apoyó el proyecto de Rosia Montana en 2009 cuando se celebraban elecciones presidenciales. Antonescu ya no lo hace porque tiene las presidenciales en 2014. Esto es política”, indicó Ponta.

Unas horas antes, Crin Antonescu consideró que el proyecto de explotación minera –liderado por una compañía canadiense- ya no puede ser sostenido al apreciar que debe prevalecer el sentimiento contrario público frente a cualquier dato técnico.

“Deseo hacer una declaración estrictamente personal. Teniendo en cuenta la calidad de mis funciones, se trata de una enunciación que carece de compromiso por parte del Senado y mi partido. Tengo un punto de vista firme y definitivo sobre el proyecto Rosia Montana: debe ser retirado”, precisó el liberal.

Antonescu arremetió además contra el jefe del Gabinete al subrayar que una iniciativa de estas características debería recibir el apoyo del Gobierno, recordando que Ponta manifestó que votaría en contra de esta ley como diputado.

"No sabemos cuánto tiempo seguiremos manifestándonos y lo que podría desencadenarse si el Parlamento da luz verde al proyecto minero, pero sí que sabemos que el Gobierno recibe soborno por parte de una corporación", explicó anoche a Efe durante la manifestación Corina Vasiliu, una joven de 26 años.

A las críticas de los ciudadanos se unieron organizaciones no gubernamentales como "Greenpeace" y artistas reconocidos como el director de cine Cristian Porumboiu, premiado dos veces en el Festival de Cannes.

El texto (que da visto bueno a la explotación de la mina) "contiene cláusulas abusivas y contra los derechos fundamentales a la propiedad y al medioambiente en sí", explicó Greenpeace en un llamamiento firmado por más de 6.000 personas.

La canadiense Gabriel Resources pretende explotar en este área la mayor mina de oro y plata en Europa a través de su filial Rosia Montana Gold Corporation, de la que el Estado rumano ostenta el 20 por ciento, y crear unos 900 empleos en unos 16 años de explotación.

Gabriel Resources prevé extraer unas 300 toneladas de oro y 1.600 toneladas de plata, mediante el uso de unos 12.000 toneladas de cianuro por año.