Pocas veces me quejo de temas relacionados con el funcionamiento del Estado español, pero hay cosas que realmente tienen un límite. De nuevo no voy a poder votar, esta vez en las elecciones al Parlamento de Cataluña, por recibir tardíamente la documentación de la Oficina del Censo Electoral.

José Miguel ViñalsFoto: Hotnews

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Copio a continuación mi queja formal enviada hoy a la Embajada de España en Bucarest para que la haga llegar a quien correponda:

"Buenos días,

Quiero trasladarles mi profunda decepción y creciente enfado con la Oficina del Censo Electoral por la falta total de respeto que muestran ante la Constitución Española, en cuyo artículo artículo 23.1 se lee “Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal”, así como ante los ciudadanos residentes en el extranjero titulares, también nosotros, del derecho mencionado.

Hoy, con fecha de 22 de enero he recibido la “Solicitud de voto de los electores residentes en el extranjero (CERA) para las elecciones al Parlamento de Cataluña 2021”.

El sobre se envió en fecha de 4 de enero y establecía un plazo máximo de confirmación de 16 de enero. Evidentemente ya no puedo inscribirme.

Esta situación no es nueva. La realidad es que, por un motivo u otro no creo haber podido emitir un voto válido más de tres o cuatro veces en los últimos años, ya se deba a la recepción tardía de la confirmación de interés, o de papeletas. Y precisamente por ello, porque no es una situación nueva, es por lo que mi decepción y enfado son crecientes ante la inoperancia, inutilidad o desinterés de los responsables del sistema.

Tanto los responsables en la Oficina del Censo Electoral como los partidos políticos que deberían promover el cambio reinciden, convocatoria tras convocatoria, en el uso de un sistema que saben inútil y que resulta en la imposibilidad de muchos ciudadanos a ejercer un derecho constitucional. Es vergonzoso.

Las soluciones existen, la digitalización electoral es una realidad en países de nuestro entorno, y si no, se debería imponer la simplificación del sistema.

¿De qué sirve la solicitud hoy recibida? ¿No hemos mostrado ya, en el momento de inscripción de nuestra residencia definitiva en Rumanía nuestro interés en figurar en las listas de votantes a través del formulario correspondiente? ¿Para qué preguntan de nuevo?

Señores de la Oficina del Censo Electoral, mándennos directamente las papeletas el 4 de enero y déjense de preliminares estúpidos que no hacen sino desposeernos de nuestra dignidad ciudadana.

Atentamente,

José Miguel Viñals

Cónsul Honorario de España en Timișoara

Consul Onorific al Spaniei la Timișoara"