El presidente de Rumania Klaus Iohannis instó este jueves al Gobierno socialdemócrata a abandonar su plan de reforma fiscal que podría suponer un duro revés a una de las economías que más avanzan en la Unión Europea.

Klaus IohannisFoto: Captura presidency.ro

“Pido a la coalición en el poder que haga una muestra de responsabilidad y renuncia a este tipo de política fiscal que suscita inquietud”, señaló Iohannis en una rueda de prensa.

El presidente de centro derecho advirtió a los políticos que no metan a Rumania en una “aventura con final triste”.

El Gobierno, encabezado por el primer ministro Mihai Tudose, lanzó este otoño sin ningún preaviso una serie de medidas fiscales que entrarían en vigor a partir del próximo 1 de enero.

Estas medidas prevén modificar el impuesto sobre la renta, aumentar el salario mínimo, bajar las contribuciones obligatorias, pero la más controvertida es el traspaso de las cotizaciones sociales del empleador al trabajador.

El Ejecutivo prometió a cambio que se compensaría íntegramente el coste de este traspaso aumentando el salario bruto.

Pero los sindicatos temen que los empleadores del sector privado no incrementarán los salarios y que, por tanto, se reducirían sus nóminas un 20 %.

Ya se han producido varias manifestaciones organizadas por los principales sindicatos, que también han anunciado que recogerán firmas para convocar una huelga general.

El Consejo de Inversores Extranjeros (FIC), la Cámara de Comercio Rumano-Americana y el Consejo de la PYMES han criticado estas medidas alegando que causarán una inestabilidad fiscal y que presionará aún más el mercado laboral.