El Gobierno socialdemócrata de Rumania ultima los detalles de un proyecto de ley que busca reformar el sistema judicial, una norma que ha recibido diversas críticas porque podría socavar la independencia judicial y que ha sido puesta en cuestión por la Unión Europea.

Tudorel ToaderFoto: Agerpres

"El Ministerio ha terminado el proyecto de ley. Estamos escribiendo una solicitud para recibir la opinión de la Comisión de Venecia (...) también discutiremos con Frans Timmermans el próximo 26 de octubre", declaró el miércoles el ministro Tudorel Toader, en declaraciones a la prensa.

Bruselas pidió al Gobierno rumano que presentase más detalles sobre la reforma cuando se expuso un primer borrador en agosto y advirtió de que la medida podría significar un retroceso en la lucha contra la corrupción.

El plan fue anunciado sólo seis meses después de que la formación gubernamental, el Partido Social Demócrata de Rumanía (PSD), intentara suavizar las leyes contra la corrupción, una tentativa que derivó en la oleada de protestas más amplia que ha vivido el país en décadas.

Toader no ha desvelado todo el contenido de la norma, pero ha apuntado que de ser aprobada él asumiría el control de la unidad de inspección judicial, una labor actualmente desempeñada por magistrados independientes, y también nombraría a los miembros de la Fiscalía, competencia del presidente del país, Klaus Iohannis.

El líder del PSD, Liviu Dragnea, afirmó el martes que no tiene intención de privar a Iohannis de su competencia de nombrar a los fiscales y sugirió que la reforma podría suavizar sus postulados de cara a la versión final que las autoridades pretenden aprobar en el Parlamento rumano.

La oposición aseguró que esta medida permitiría a Toader presionar a los jueces, mientras que más de 3.500 magistrados firmaron una petición para retirar el proyecto de ley.

Rumanía es considerado uno de los estados miembros más corruptos de la Unión Europea, que monitoriza con detalle el funcionamiento de su sistema judicial.

El Gobierno rumano remodeló su Gabinete después de que el primer ministro, Mihai Tudose, afirmase la semana pasada que las acusaciones por corrupción contra el partido, que llevaron a dos exministros a dimitir, habían traído problemas a las autoridades rumanas ante Bruselas.