​En el caso de Ponta, se han ido sucediendo una serie de hechos que nos abre algunas dudas. El primer ministro Víctor Ponta dio las primeras señales de vida este martes, en una publicación en su cuenta oficial de la red social Facebook, donde dejó saber a la gente que la operación (en su rodilla) fue mucho más complicada de lo que se esperaba.

Victor PontaFoto: Agerpres

Entre tanto, algunos periodistas de "România Liberă" descubrieron que Ponta estaba en una clínica de un amigo de Erdogan, y sorprendieron a Liviu Dragnea en el aeropuerto tomando un vuelo hacia Turquía.

Al anochecer, el medico rumano quien acompañó al jefe del Gobierno, explicó de qué se trataba: "Una rotura del ligamento cruzado anterior, lo que provocó una rotura de menisco y cartílago lesiones internas muy graves".

El traumatólogo Ion Bogdan Codorean declaró también, en una entrevista para el periódico "Gândul", que Víctor Ponta necesitará tomar reposo por lo menos tres semanas, al quedarse con su pierna en una posición vertical.

Hasta que se demuestre lo contrario, no tenemos otra variante de la historia. Ponta tuvo un accidente hace un par de semanas mientras jugaba al baloncesto. Lo sufrió hace algunas semanas y en este tiempo su rodilla se hizo pedazos. Decidió hacerse la operación en el mismo día en el cual tenía que presentarse a la Dirección Nacional de Anticorrupción (DNA).

Lunes, el 15 de junio, su abogada dio unas declaraciones a la prensa en las que anunció a los fiscales de la marcha de Ponta por razones terapéuticas.

Fue el doctor Codorean del hospital Militar que le recomendó operarse. No tenemos ninguna prueba de que esto no sea la verdad. Pero si tenemos algunas preguntas muy importantes y casos en los que muchas personas fingieron estar enfermas o que han presentado sus síntomas de una manera mucho más grave.

Además, no podemos olvidar: Ponta es conocido por ser un mentiroso. Uno tiene que ser prudente. Se acabaron los tiempos del General Stanculescu en los que nos tragábamos la historia de la pierna escayolada.

Primero, el día de la operación que coincide con el mismo día de la audiencia establecida por la DNA. Pero, como en el mundo hay tantas coincidencias podemos entenderlo.

Segundo, ¿Por qué hay tanta opacidad alrededor de su marcha a Turquía? Ponta se fue del país a hurtadillas, sin avisar a nadie, al jefe del Estado o cualquier otra persona de que estará incapacitado para ejercer su trabajo algunos días. No se puede hacer una cosa así, no tiene lógica. Solamente si tienes algo que esconder te vas de esta manera.

Tercero, ¿por qué se llevó al médico rumano? No tenía caso. Sí, es posible que te ayude si te acusan por no confiar en los médicos rumanos y que prefieres que los turcos se hagan cargo de tu operación. O puede ser que seas un “mantequita” y necesitas alguien a tu lado.

En pocas palabras, todo es al revés en esta historia. Véase en primero el vídeo con Ponta durante la moción de censura de este jueves, 4 días antes de la operación. Ponta cojeaba un poco pero sí podía caminar. Después, léase el terrible diagnóstico. Véanse de nuevo las imágenes, aquí tenéis el minuto 16.30. ¿Piensan que aquí podemos ver a una persona con la rodilla destrozada antes de la operación? Es posible solamente en las películas de Superman.

Exagerada o no, inventada o no, la operación de Víctor Ponta le permite elegir entre dos alternativas: 1) Regresar a su país, como un mártir, presentándose a la audiencia. 2) Quedarse con la pierna levantada durante 3 semanas, que es lo que el médico le recomendó, pero no menos de 45 días, el periodo óptimo para que lo sustituyen con un primer ministro provisional.

Con esta ocasión, el presidente Iohannis podrá cambiarlo. Solo por decirle: si yo fuera fiscal, y sabemos que todos los fiscales son escépticos, no creería que Ponta necesita estar con su pierna levantada y lo llamaría a la Fiscalía.

Además, alguien -más bien, algunos médicos-, tienen que firmar que Víctor Ponta no se puede desplazar y que también precisen la razón.

También tendríamos la ocasión de ver si la recomendación de los médicos del Hospital Militar existe de verdad. Todos conocemos al médico bocón que trató de ayudar a una persona que solamente tenía algunos rasguños en el cuello al decir que se quiso suicidar.

O del caso Vântú, quien tenía problemas cardiacos, diagnosticadas por ginecólogos. Tenemos enfermos con cáncer en fase terminal quien vive muy bien en cárcel, el caso de Assam por ejemplo. En breve, nos cansamos con tantos enfermos que no existen y médicos que te declaran muerto aún estar vivo. Que historia tan rara. Aquellos que tienen que declarar a Ponta enfermo no son los honorables médicos rumanos sino los médicos turcos, amigos de Erdogan. Eso te ahorra de muchos problemas, principalmente la ocurrencia de que cualquier te pudiera denunciar.

Por lo tanto, es normal que los médicos turcos, que nunca mienten, confirmen la gravedad del caso. ¿Qué pasaría en este caso con Víctor Ponta y su expediente durante este período? ¿Se va deshacer del expediente? Poco probable. Se puede avanzar en la investigación, como pasa con otros casos cuando a los que se acusan se negaron declarar. Víctor Ponta, recibirá en este caso una copia de la acusación para presentarse delante de un juez.

Como se trata de alguien tan importante es probable que pase bastante rápido, como pasó en otros casos en los que han sido involucradas otras personas con funciones tan altas.

En conclusión, la operación no sirve de nada. Solamente si, de verdad, fue una emergencia. Lo que podría hacer es renunciar por una razón sencilla porque tendrá su pierna escayolada, para que no se convierta en una razón de la DNA. Es difícil darse cuenta para que le servirá.

Texto traducido por Bianca Oneata