El primer ministro de Rumanía y líder del Partido Socialdemócrata (PSD), Victor Ponta, aspira a ser elegido este domingo, a sus 42 años, como el presidente más joven de la historia del país balcánico. Ponta, que lidera las encuestas con un 40 % de intención de voto, ha optado durante la campaña por un discurso menos violento contra sus rivales que el utilizado contra él por el presidente saliente, Traian Basescu, que lo ha acusado de haber sido un agente de los servicios secretos cuando trabajó de fiscal, publica el diarioLa Vanguardia, que recoge un artículo de la agencia EFE.
Ponta ha recurrido en esta campaña a un mensaje más nacionalista, como reza su lema "Orgullosos de ser rumanos" y se ha prodigado en ceremonias y actos de la Iglesia ortodoxa, consciente de que esa imagen puede valerle votos en algunos sectores de la población.
El primer ministro ha tenido que afrontar varios escándalos de corrupción en su partido durante la campaña, ante los que ha reaccionado expulsando incluso a colaboradores cercanos, como su propio jefe de campaña, acusado de tráfico de influencias.
Formado políticamente en las juventudes socialdemócratas, Ponta entra en la alta política en 2001 como secretario de Estado en el Gobierno de Adrian Nastase, condenado posteriormente por corrupción.
Entre 2008 y 2009, Ponta ocupó la cartera de relaciones con el Parlamento.
Desde que fue elegido presidente del PSD en 2010, Ponta ha dominado el partido con mano dura y ha evitado que de sus filas surja ningún otro candidato a la Presidencia.
La legislación rumana permite que Ponta se presente al cargo de Jefe del Estado sin necesidad de dimitir como primer ministro, por lo que si pierde las elecciones presidenciales podrá seguir al frente del Ejecutivo.
En el año 2012 fue nombrado primer ministro por Basescu, tras la caída del entonces Gobierno conservador en una moción de censura.
Inmediatamente, comenzó una dura disputa con Basescu hasta el punto de promover un fallido referendo para destituir al presidente.
En diciembre de 2012 llegó a la jefatura del Gobierno tras liderar una alianza entre liberales y socialdemócratas que ganó las elecciones generales.
A principios de año, la coalición con los liberales se rompió al negarse Ponta a designar como viceprimer ministro a Klaus Iohannis, su principal rival ahora en las presidenciales del domingo y a quien, según los sondeos, lleva una ventaja de diez puntos.
Natural de Bucarest y doctor en Derecho, Ponta ejerció hasta 2001 como fiscal anticorrupción en el Tribunal Supremo de Rumanía.
Ponta está casado, tiene dos hijos y habla, además de rumano, inglés, francés e italiano.
