Los miembros del Partido Nacional Liberal (PNL) decidieron este martes retirarse de la coalición gubernamental Unión Social Liberal, encabezada por el socialdemócrata Victor Ponta, informó Agerpres. Además, el presidente del PNL Crin Antonescu exigió a Ponta que dimita ya que ganó las elecciones gracias a la contribución de los liberales.
"La reacción normal debería ser su dimisión", dijo Antonescu, que precisó que no cree que Ponta deje su cargo y que, por tanto, su formación política pasará a formar parte de la oposición.
El jefe del Ejecutivo ya ha iniciado negociaciones con la facción política magiar UDMR, que podría recibir dos carteras, Cultura, entre una de ellas.
Horas antes, Ponta pidió a sus ex compañeros de Gobierno que reconsideren su posición.
Esta crisis gubernamental se produjo desde que el alcalde de Sibiu, Klaus Iohannis, fuera propuesto como ministro de Interior y vicprimer ministro.
El segundo mayor partido del Ejecutivo se lleva a todos sus ministros, que el miércoles oficializarán sus dimisiones ante Ponta. "Hemos decidido poner fin a la crisis, prolongada artificialmente durante semanas por el primer ministro", explicó ante los periodistas Crin Antonescu, quien consideró insalvables discrepancias como el reparto del poder en el seno de la coalición.
Antonescu subrayó que "la decisión no ha sido fácil" y que, en todo momento, su formación ha tratado de "evitar" esta división. Sin embargo, según sus propias palabras, "no sería justo extender este festival de hipocresía".
Ponta no valoró la decisión, pero ya había advertido previamente de que no dimitiría. Ahora, el Gobierno, en el poder desde mayo de 2012, deberá someterse a una moción de confianza en el Parlamento que, en principio, debería superar.
La crisis política amenaza con complicar las reformas económicas en un país que aún debe emprender una serie de medidas como parte de la ayuda de 4.000 millones de euros acordada con el Fondo Monetario Internacional. Entre estas reformas destaca la privatización de varias compañías estatales.
