​Los rumanos dieron hoy un voto de castigo contra las políticas de austeridad, que los gobiernos conservadores emprendieron en mayo de 2010, alentadas por el presidente Traian Basescu. Las proyecciones del Instituto CURS conceden a la coalición de centroizquierda la Unión Social Liberal (USL), del primer ministro Victor Ponta, el 56,96 por ciento en la Cámara de los Diputados.

La Alianza Rumanía de Derechas (ARD) se quedaría lejos de los social-liberales con el 18,60 por ciento. En el Senado, el USL obtendría el 58,57 por ciento y la ARD el 18,87 por ciento, según los mismos sondeos. El Partido Popular-Dan Diaconescu del excéntrico periodista de televisión, que da el mismo nombre a su formación, confirmó la previsión de los sondeos después de que lograra la tercera posición con un 13 por ciento.

El descenso de la población húngara, que ronda ahora el millón y medio, y la escasa participación en las elecciones dejan en interrogación la "clave" entrada al Parlamento de la Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía (UDMR) por primera vez desde la revolución de 1989, al superar ligeramente el 5 por ciento. La USL, compuesta por el Partido Socialdemócrata (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL), consigue así la mayoría absoluta que le permitirá formar Gobierno para los próximos cuatro años, aunque tendrá que cohabitar con Basescu.

Ponta, por su parte, desveló que ha llamado al presidente de UDMR, Kelemen Hunor, quien le ha asegurado que su formación está dispuesta a colaborar con la USL para constituir una mayoría constitucional. La intención de Ponta pasa por lograr el control de las dos terceras partes del Parlamento que pueda permitir modificar la Constitución y restringir las atribuciones del jefe de Estado, en el caso de que la cohabitación acentúe las divergencias entre ambos mandatarios.

El representante de UDMR, Csaba Asztalos, recalcó que el baile del umbral electoral de su partido “provocará tensiones en la comunidad magiar y la Unión Europea”, consciente de lo que se avecinará si reducen los poderes al jefe del Estado. Por su parte, Ponta indicó que “Rumanía tiene que ser miembro de la familia europea para afrontar junto a Europa las mayores provocaciones que se presentarán en el futuro”, en alusión a las declaraciones de Basescu que desea un primer ministro "proeuropeo".

Antes, la coalición gubernamental chocará con la oposición del presidente Basescu para designar a Ponta como nuevo jefe del Ejecutivo. Fuentes oficiales afirman que Ponta había anunciado hace unos días que recurrirá al proceso de destitución de Basescu, cuyo mandato termina en 2014. El líder del PNL, Crin Antonescu, declaró hoy que el voto de este domingo representa “una victoria contra el régimen del presidente Basescu” y subrayó que los “puntos cardinales de la política externa de USL se centran en la pertenencia a la OTAN y a la Unión Europea”. Antonescu destacó que “ya no hay ninguna duda de que el primer ministro de Rumania será Victor Ponta”.

“Aseguramos a todos los rumanos que el programa de USL significa consolidar y restablecer el Estado de derecho, la democracia y la principal orientación política externa de Rumania”, prosiguió Antonescu. El gran perdedor de estos comicios, Vasile Blaga, manifestó que el resultado que obtenido su partido se debe a un trabajo especial porque la USL utilizó en esta campaña una manipulación fuera de lo común”.

La presencia a la votación se situó en el 36,54 a las 18.00 horas locales (16.00 hora GMT), dos puntos más que en los comicios de 2008, informó la Oficina Electoral Central. Basescu, que no se presentó a las elecciones, reiteró que votó por la continuidad hacia occidente: "No quiero que mi país se encuentre en una zona gris, en la que no sepamos si la prioridad está hacia Bruselas o Moscú". "Rumanía tiene que continuar el camino euroatlántico. Con Rusia y China podemos ser buenos amigos", insistió el jefe de Estado, que depositó el sobre en la urna de un colegio electoral de Bucarest, acompañado de su mujer y sus dos hijas.