Mihai Razvan Ungureanu, antiguo jefe del servicio de espionaje de Rumanía, se presenta a las elecciones del domingo como la única opción conservadora para contrarrestar la prevista victoria del primer ministro socialdemócrata, Victor Ponta, aunque su poca visibilidad durante la campaña electoral ha demostrado su bajo perfil como político y fiasco de la Alianza Rumania de Derechas (ARD).
Ungureanu, de 44 años, es el líder de la nueva Fuerza Cívica que, junto al Partido Demócrata Liberal (PDL) del presidente Traian Basescu, forma la Alianza Rumanía de Derechas. Entre 2004 y 2007 fue ministro de Exteriores de Rumanía y en 2012 fue primer ministro durante 78 días antes de perder en abril una moción de confianza que acusaba al Gobierno de clientelismo político e incompetencia.
Durante su gestión al frente del Gobierno se enfrentó a numerosos compañeros de filas del PDL, puesto que los barones del partido pretendían conservar unos privilegios que impedían mejorar la captación de los fondos europeos. Natural de Iasi, la segunda ciudad de Rumanía, se licenció en Historia en la Universidad Alexandru Ion Cuza y, poco después, aprobó las oposiciones para convertirse en diplomático.
Desde 1987 hasta la revolución de 1989 que acabó con la dictadura, fue miembro del Comité Central de la Unión de los Jóvenes Comunistas, aunque hoy día argumenta que nunca llegó a ser miembro del Partido Comunista Rumano. Basescu nombró a Ungureanu como primer ministro en febrero de este año para apaciguar la ira popular por las duras protestas contra las medidas de austeridad del Ejecutivo de centroderecha. Junto a la prestigiosa eurodiputada conservadora y exministra de Justicia Monica Macovei, Ungureanu lanzó la plataforma "Iniciativa de Centro Derecha" para promover una alianza que agrupara a los partidos de derechas.
A lo largo de su campaña electoral, el conservador ha sido criticado por sus propios compañeros de coalición por su escasa visibilidad mediática y su falta de estrategia coherente. Ungureanu está casado, tiene un hijo y habla inglés, francés, alemán y húngaro.
