La desgarrada historia de Moldavia, un país de cultura rumana pero que fue durante medio siglo parte de la URRS, se ha hecho una vez más patente ante la declaración de unión con Rumanía de una treintena de municipios, caldeando la discusión política entre europeístas y prorrusos, publicó este sábado el diario La Vanguardia, que recoge un reportaje de la agencia EFE.

Mars pentru unirea Romaniei cu MoldovaFoto: Mediafax

"Por el restablecimiento del derecho histórico, deseado durante décadas por los rumanos de Besarabia (Moldavia), sobre todo por los ciudadanos de Saseni, declaramos la unión inmediata e incondicional con la madre patria, Rumanía", señala la declaración del Ayuntamiento de Saseni.

Saseni, de apenas dos mil habitantes, ha sido uno de los 34 municipios que se ha sumado a una iniciativa lanzada en el año que se cumple el centenario de la creación de la Gran Rumanía por la incorporación al entonces Reino de Rumanía de los territorios de Transilvania, Bucovina y Besarabia.

Sus promotores confían en que antes de que termine el año se sumen a la iniciativa al menos 100 de los 1.000 municipios de este país de 3 millones de habitantes.

El pacto firmado por la Alemania nazi y la Unión Soviética en 1939 dividió Rumanía en esferas de influencia para los dos países y tras la Segunda Guerra Mundial, Besarabia, ocupada por las tropas soviéticas, se convirtió en la República Socialista Soviética de Moldavia, parte de la URSS hasta su independencia en 1991.

"Nuestro deseo no es otro que unirnos a Rumanía. Reclamamos lo que nos robaron, pero nunca nos rebelaremos contra las autoridades", cuenta por teléfono a Efe Grigore Lebada, uno de los concejales de Saseni que firmó el documento.

"En la Constitución moldava existe el derecho a la autodeterminación, por lo que exigimos un referéndum sobre la unificación", prosigue.

En el deseo de unión con Rumanía, país socio de la Unión Europea desde 2007, pesa también la mala situación económica de Moldavia.

Pese a ser el segundo país más pobre del bloque comunitario, el PIB per cápita de Rumanía es, con unos 10.000 dólares, cinco veces superior al de Moldavia.

"Seguimos queriendo la unión con Rumanía para poder beneficiarnos del bienestar y los valores de la Unión Europea", afirma por teléfono a Efe Ion Turculet, un maestro de música de Saseni que forma parte del movimiento unionista.

El movimiento unionista ha sido duramente criticado por el presidente del país, el prorruso Igor Dodon, quien ha acusado de querer "liquidar el Estado" a los ediles que han firmado el manifiesto, y los ha amenazado con emprender acciones legales.

"Hay compañeros que no han firmado el documento por temor a represalias, pero muchos otros no tememos al jefe de Estado, ya que no hemos cometido ninguna ilegalidad", sostiene Lebada.

Dodon ha alertado de que "la unión (con Rumanía) significa la guerra civil", una afirmación que el ministro de Exteriores de Rumanía, Teodor Melescanu, calificó de "desproporcionada".

"Estas declaraciones de unión son un deseo de acercamiento entre los ciudadanos moldavos y rumanos, sin ninguna implicación jurídica", explicó Melescanu, cuyo Gobierno rechaza una posible unificación con Moldavia.

Según algunos analistas, el debate será usado como arma política por europeístas y prorrusos de cara a las elecciones generales de este otoño.

En los últimos comicios, las fuerzas partidarias de entrar en la UE lograron formar Gobierno tras sumar el 44,6 % de los votos, frente al 39 % de los partidos prorrusos, encabezados por el Partido Socialista, el más fuerte del país.

"La retórica contra los eternos enemigos occidentales y los unionistas será el eje de la campaña del Partido Socialista, que encabeza Dodon", asegura a Efe en Bucarest Valeriu Pasa, activista moldavo de la Asociación de la Comunidad WatchDog.

"Los socialistas dicen que hay más de 200 consistorios que han firmado una declaración similar contra la unión", prosigue Pasa.

Dodón amagó con la convocatoria de un referendo, pero afirmó que el Gobierno proeuropeo no lo permitiría consciente de que, según los últimos sondeos, sólo el 21,8 % de los moldavos respalda la unión con Rumanía.

Según los datos del censo de 2014, no publicados hasta el año pasado, el 80 % de la población declaró que su idioma materno era el moldavo (como se llama al rumano en Moldavia) o el rumano, frente a 9,7 % que considera el ruso como su principal lengua. En el país hay otras minorías, como la ucraniana o la gagauz.

El actual Gobierno moldavo apuesta por la integración con la Unión Europea, con quien mantiene un Acuerdo de Asociación, aunque ese camino está bloqueado, entre otras cuestiones, por el conflicto con la región secesionista de Transnistria, cuyos habitantes votaron en un referéndum en 2006 su adhesión a la Federación Rusa.