Hace 300 años, en el delta del gran río europeo que pasa por Rumanía, Ucrania y Moldavia, vivían unos rusos singulares que hablaban en lengua rusa antigua y profesaban la ortodoxia de viejo culto. Rusia Hoy presenta brevemente la historia, las tradiciones, la cultura y la vida moderna de un grupo etnográfico único: los rusos lipovanos, cuentaRusia Hoy.

Los antepasados de los rusos lipovanos son los escisionistas rusos o viejos creyentes que abandonaron Rusia huyendo de represalias. Se oponían a las reformas del patriarca Nikon, que en 1652 tomó la decisión de introducir correcciones en los libros eclesiásticos y algunos cambios en el rito de acuerdo con el canon griego. En 1667, a lo largo de toda Rusia se empezó a perseguir a los continuadores del viejo rito, cuyo símbolo devino la señal de la cruz hecha con dos dedos.

Formalmente, fueron declarados herejes y excomulgados. Los que opusieron mayor resistencia contra la reforma fueron el protopope Avakkum, que escribió su famosa “Vida”, y la boyarda Feodosia Morózova, muerta a causa del hambre en prisión e inmortalizada en un famoso cuadro de Vasili Súrikov. Los viejos creyentes huyeron de las violentas persecuciones: buscaron refugio en el Don, en Kubán, en Siberia y en el Extremo Oriente. En la década de 1720 se instalaron en el poco habitado delta del Danubio los primeros grupos de viejos creyentes.

A ese mismo lugar se trasladaron un poco más tarde desde el Don los viejos creyentes cosacos de las tropas de Ignat Nekrásov, que se establecieron definitivamente allí y se fusionaron con la comunidad lipovana. Lejos de las autoridades zaristas y de la administración turca de la provincia de Dobruja, entonces otomana, los lipovanos podían conservar con relativa tranquilidad sus convicciones y tradiciones religiosas.

En cuanto al gentilicio de los lipovanos, se considera que procede de la palabra “tilo”, del topónimo Lipovtsy, donde antaño vivieron los antepasados de los colonos o bien que es una palabra deformada a partir de “filippovtsy”, una de las corrientes de los viejos creyentes.

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