Ricardo Alcaine solamente jugó una temporada, la 89-90 con el Cajabilbao. Base alto y tipo de alto coeficiente intelectual y gran preparación, la vida le llevó por unos derroteros distintos a los del baloncesto. Él mismo nos lo cuenta… desde Rumanía a un blog de la Liga Endesa.

“Todos los recuerdos son buenos. Empecé jugando a los nueve años en el colegio Askartza-Claret de Bilbao, y la verdad es que aquella época fue preciosa. Éramos un grupo de chavales que pasamos que nos divertíamos mucho. A los 15 fiché por el Cajabilbao y enseguida empecé a entrenar con el senior. El ambiente cuando tienes esa edad te impresiona. Sobre todo el compartir equipo con gente como Iturriaga, Vicente Gil, Simpson, Davalillo, Waiters, etcétera… Creo que los jugadores que empiezan temprano maduran más rápido en lo personal que el resto y en este sentido fue una experiencia muy positiva.

Guardo muy buen recuerdo del día de mi debut en la ACB. Creo recordar que metí 7 puntos, y lleve al equipo bastante bien. Aunque no era una obsesión, debutar siendo junior, y jugar regularmente fue algo que siempre recuerdo con cariño. Jugué casi 20 partidos en total, todos ellos como segundo base del equipo. Fue una experiencia preciosa y que me ha ayudado mucho en mi desarrollo personal fuera del basket.

Al terminar aquella temporada tomé la decisión de ir a jugar a la NCAA. Me salieron un par de oportunidades y al final acepté una beca para jugar en UNH Keene. La adaptación fue dura, ya que tuve que readaptarme a un nuevo puesto. Tampoco era tan común como ahora el viajar a USA, ni tampoco existía la posibilidad de estar tan “conectado” como ahora vía internet, skype etc… Te ibas cada año para ocho meses en los que prácticamente no tenías contacto con los tuyos. Los dos primeros años jugar era complicado, y había roles muy marcados. El último sí fue muy bueno. Terminé siendo elegido mejor “Estudiante deportista de la Universidad”, y también formé parte del mejor quinteto defensivo de la conferencia, además de ser el segundo en minutos del equipo. Aunque la transición al basket americano me costó bastante, tengo un recuerdo precioso de aquellos años, y de jugar contra equipos como Georgetown, Syracuse, UConn, UMass…

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