​2022 promete ser un año difícil para Rumania, que no solo debe salir bien de la pandemia y curar sus heridas causadas por la pérdida de vidas, sino que debe enfrentar el aumento de las facturas de electricidad y gas, alta inflación, el aumento de la deuda pública, precios crecientes, inestabilidad política y diplomática – para enumerar algunos aspectos importantes a considerar en un próximo futuro. Recientemente, la guerra de Ucrania se ha sumado a la larga lista de posibles problemas, que también afectarán a Rumanía desde el punto de vista económico, explica la Asociación de Empresas Españolas en Rumania (ASEMER).

ASEMERFoto: ASEMER

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