Según un análisis del periódico Ziarul Financiar que utiliza datos del Instituto rumano de Estadística (INS), las importaciones rumanas de tomates han aumentado un 18 % en el último año hasta alcanzar más de 86 millones de euros, informó este jueves el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX).
Este incremento es a pesar de las subvenciones de 3.000 euros que el Ministerio de Agricultura rumana ofreció a los agricultores rumanos para apoyar el cultivo en invernaderos.
El año pasado más de 8.000 agricultores se beneficiaron de esta subvención: el Ministerio de Agricultura pagó unos 24 millones de euros con cargo al programa de apoyo para los tomates.
La mayor parte de los tomates subvencionados se venden en los mercados locales ya que los agricultores rumanos son reticentes a formar cooperativas.
El tomate rumano de invernadero se ha visto afectado por la falta de mano de obra y de los costes elevados de producción.
Según especialistas de mercado, la factura de calefacción es cada vez mayor, y el personal falta.
El déficit comercial de la partida de tomate alcanzó un nivel récord en 2017, de 85 millones de euros.
Según el valor de las importaciones, los principales proveedores de Rumanía fueron el año pasado: Turquía (38,4 millones de euros), Alemania (10,4 millones de euros), Países Bajos (9 millones de euros), España (8,7 millones de euros) e Italia (6 millones de euros).
El programa de subvención para el cultivo de los tomates continúa también este año.
La subvención de 3.000 euros para los agricultores que cultivan los tomates en invernaderos se otorga para aquellos agricultores que cultivan como mínimo 1.000 metros cuadrados en invernaderos, obtienen un mínimo de 2 kilogramos. tomates por metros cuadrados y venden su producción fuera de la temporada (enero-mayo y/o noviembre – diciembre).
