​El Parlamento de Rumanía aprobó este mirércoles la reducción del 24 % al 19 % del IVA, un 1 % más de lo previsto, a partir del próximo 1 de enero, una medida criticada por el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea.

La Cámara Baja sacó adelante esta propuesta gubernamental gracias a los 306 votos a favor, dos en contra y una abstención.

Inicialmente, el Gobierno propuso rebajar la presión fiscal hasta el 20 % en 2016 y el 18 % en 2018.

El primer ministro Victor Ponta, que se encuentra recuperándose de una operación de su rodilla izquierda en Turquía, había anunciado el pasado lunes este proyecto fiscal en un mensaje colgado en su red social Facebook.

"El miércoles, los diputados de la coalición gubernamental votarán a favor del código fiscal en la forma aprobada por el Gobierno, con una sola modificación: el IVA se reducirá al 19 % y no al 20 %", escribió el líder socialdemócrata.

"Disponemos de espacio presupuestario requerido", señaló Ponta y agregó que "es muy probable que esta medida entre en vigor desde el mismo 1 de enero".

Según las estimaciones del Ministerio de Finanzas, esta rebaja de la presión fiscal supondrá una disminución de 2.600 millones de euros a las arcas públicas, lo que equivale a un 1,5 % del PIB.

El Ejecutivo espera compensar esta reducción de ingresos con un alza del consumo y por la creación de más de cien mil empleos.

Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea han precisado que puede provocar un aumento del déficit público.

En las previsiones de Bruselas, publicadas en primavera, el déficit de Rumanía podría alcanzar hasta el 3,5 % el próximo año debido a esta bajada del IVA.

Rumanía, el segundo país más pobre de la Unión Europea, se está recuperando de una severa recesión debido a una línea de crédito del FMI de unos 20.000 millones de euros en 2009.

Bucarest pactó en 2013 un tercer préstamo con el Fondo Monetario Internacional de 4.000 millones que sólo utilizará en caso de que se deteriore la economía rumana