El pasado 30 de mayo participé en la mesa redonda que la oficina económica de la Generalitat de Catalunya (ACCIO) realizó en Barcelona sobre la Estrategia de la Unión Europea para el Danubio y las oportunidades de negocio que se abrían a las empresas catalanas (e igualmente a las de toda España). Los organizadores me invitaron a la misma para hablar de Rumanía y al Sr. Jakov Jasin, consultor del gobierno serbio afincado en Madrid, a hacer lo propio para su país.

José Miguel ViñalsFoto: Hotnews

La asistencia estuvo compuesta de una nutrida representación de empresarios de varios sectores: ingenierías, veterinaria, constructoras, instalaciones industriales, biomasa, turismo,… El interés del empresariado representa en sí un cambio sustancial respecto a otros eventos previamente organizados en Barcelona, donde la asistencia era muy escasa, y se palpaba por ausencia la apatía general hacia el este de Europa latente en nuestras empresas. Más allá del interés profesional que yo tengo en atraer inversión española a este país, siempre he creído que no acercarse a los Balcanes es un error que a la larga saldrá caro. Así pues, la celebración del acto en sí y la presencia de empresas fue claramente una buena noticia.

Hablé de Rumanía como un país en evolución y crecimiento, en la Unión Europea y con muchas semejanzas culturales con España. Hablé del potencial del país, partiendo de datos económicos oficiales a cierre del 2013, con una estupenda situación macroeconómica y un elevado crecimiento esperado en 2014.

Aunque aún no disponía de la publicación de los resultados del 1T del 2014, ahora que han visto la luz puedo decir que la senda seguida es la misma: en el primer trimestre del año Rumanía creció un magnífico 3,8%. De continuar este ritmo, se superará con creces la previsión anual del 2,5% y posiblemente el país vuelva a ser uno de los más activos de la UE si no el que más. La diferencia de 2014 con respecto al 2013 es que el relevo, ahora por ahora, parece haberlo tomado el consumo interno con un crecimiento del 4,6%. Esto era de esperar, tras tantos años de crisis en que la población tuvo que renunciar al nivel de compras de 2007 y 2008. Hay realmente ganas de comprar.

La industria continua siendo un contribuyente importante, así como el sector exterior. La producción agrícola, con las cosechas de trigo y cebada a punto de recogerse y a un nivel récord de producción parece que contribuirán nuevamente al crecimiento global, si bien la cosecha de maíz mostrará un retroceso que reducirá la euforia final.

Todo esto después de que Rumanía fuera ya el país de la UE que mejor segundo semestre mostró en 2013 con un 3T al 4,2% y un 4T al 5,1%. Son cifras envidiables, si bien es cierto que el punto de salida es aún bajo y esta aceleración económica es necesaria si el país pretende acercarse a la media europea.

La inversión en capital aún no despega, debido sin duda a la falta de financiación bancaria y a la tardía aprobación de los planes de fondos europeos. Esta situación se prorrogará en parte aún durante algunos meses, se espera que a finales de año o ya en 2015 haya mayor predisposición bancaria a la financiación de proyectos de inversión, mientra que para junio debería conocerse la estructura de los fondos UE .

¿Qué intereses pueden tener los empresarios españoles en Rumanía? Igual que he repetido en muchas entradas anteriores en este blog, la fabricación de componentes industriales es sin duda uno de ellos. Visité ayer una empresa francesa con la que colaboro. Fabrican todo tipo de piezas metálicas, para clientes nacionales y extranjeros, pero sobre todo para su casa madre francesa. Todas y cada una de las piezas de la maquinaria que la sede central vende como Made in France están hechas en Rumanía. Se embalan y se expiden para su ensamblaje a la central. Esa central se dedica a la concepción, diseño, marketing, comercialización, ensamblaje de las piezas además claro está de dirigir el grupo. Lo mismo hacen tantas y tantas otras importantes empresas europeas afincadas en este país. Basta con que en el producto final no menos del 50% del valor añadido al producto sea del país que imprimirá su sello. Así es como muchos Made in Germany, Italy o France son en gran parte Made in Romania. A esto se refería el vice presidente del Banco Europeo de Inversiones, Sr. Tanasescu, cuando lamentaba que a pesar de la importancia de la industria en Rumanía no se puede decir que Rumanía sea un país industrial, pues sólo reúne una parte de la producción, y no la de mayor valor añadido. Sea como sea, este esquema es sin duda útil a la industria de esos otros países y lo debería ser para la española.

En los últimos años fui reticente a recomendar Rumanía como una posibilidad para la exportación española. Si bien es claro que el mercado consumía, este consumo estaba deprimido y necesitaba de una importante inversión publicitaria y promocional para asentarlo. Me consta que varias empresas lo intentaron con resultados dispares, pero fueron varias las que no pudieron aguantar la inversión necesaria para que todo de frutos. Yo mismo tengo una empresa de importación y venta de productos para el sector industrial y no ha sido fácil resistir, si bien en 2014 las cosas parecen estar yendo mucho mejor en un mercado aún bastante orientado al precio. Quizá haya ahora un pequeño cambio de tendencia, y el importante alza del consumo se consolide. Recientemente me he reunido con jefes de compras de cadenas comerciales y hay interés en que nuevos fabricantes y productos llenen los estantes de las tiendas.

La agricultura continúa siendo un clásico de mis consejos para la inversión española, con proyectos a medio plazo realizables por el excelente precio del suelo y la gran calidad. Es cierto que el boom de la especulación con suelo agrícola parece haberse calmado. Hay una cierta estabilidad de precios (entre 4.000 y 6.000 €/ha para buena tierra), por lo que no cabe esperar que vengan muchos compradores que quieran revender en muy pocos años sino empresas serias que deseen gestionar proyectos a medio y largo en varios cientos o miles de hectáreas. Hay además cultivos de excelentes rendimientos más allá del cereal: aromáticas, frutas y frutos secos, bayas, legumbres, flores,…. empiezan a dar resultado a largo plazo, pero muestran rentabilidades excelentes y menos sometidas a fluctuaciones de precios.

El turismo es otro de las áreas en que la experiencia española debería poder demostrar su valía. Parece que el Ministerio de Turismo se ha puesto manos a la obra y ha anunciado una importante acción promotora para finales del 2014. Rumanía es una joya turística por descubrir que ha estado muy mal gestionada en el pasado.