La inflación crecerá hasta el 5% a finales de año por la subida de los precios de los alimentos que se han visto afectados por la sequía. Su impacto en la economía rumana crea incertidumbre en el Producto Interior Bruto (PIB), según se desprende un estudio del Gobierno.

La cifra presentada por el Instituto Nacional de Estadística releva que la tasa anual de inflación tocó su máximo este año en 5,33%, después de que los precios crecieran un 1,18% en septiembre.

El Banco Nacional de Rumania prevé una inflación del 3,2%, cerca del objetivo del 3% propuesto por Bucarest.