Los coches B-Max que Ford fabrica en Craiova han comenzado a ser exportados, pero la compañía estadounidense reclama una mejor infraestructura, lo que representa un impedimiento para desarrollar la economía rumana.
"No he visto a la gente saliendo a la calle para pedir mejores infraestructuras. Este es el principal problema del país", declaró Zoltan Brassai, presidente de Ford Rumania.
"Creo que Rumania tiene un gran potencial. En cuanto a la preparación de los trabajadores, todo está muy bien. El país está bien situado geográficamente. Si tuviera una buena infraestructura, sería el país ideal de la región para invertir", prosiguió el jefe del grupo automovilístico.
Brassai cree que este sector se recuperará: "La edad media de los vehículos supera los 13 años, la más vieja de Europa, sólo superado por Bulgaria".
