Una norma de la Unión Europea para reducir la especulación con los instrumentos derivados por deuda, que entrará en vigor el 1 de noviembre, podría crear víctimas colaterales en los mercados emergentes, afectando la capacidad de unos países con mercados pequeños de deuda gubernamental, como Rumania, Polonia, Hungría, Lituania y Chequia, explica Serena Ruffoni, autora del blog publicado en Wall Street Journal.

La medida fue ancunciada en octubre de 2001 y pretende impedir la especulación que sube los costes de préstamo de los países de la zona euro a través de la transacción de CDS (Credit Default Swap) por parte de inversores que no tienen obligaciones.

El CDS es un contrato que compra el inversor para “asegurar” el cobro de los bonos.

"En modo irónico, las consecuencias podrían sentirse duramente en los mercados que no comparten los problemas de la crisis de la zona euro", señala Ruffoni.

Esta norma tiene que ser implimentada por los Veintisiete. Según los datos del Banco Mundial, la deuda gubernamental de Polonia alcanza hasta los 240 millones de dólares (186 millones de euros) frente a los 853 millones de España (661 millones de euros).

Esta medida provocaría que muchos inversores se desanimen para comprar obligaciones. No tiene sentido comprar si resulta difícil asegurarse el riesgo, asegura la analista.