El club rumano de primera división Rapid Bucarest, que recientemente se declaró en quiebra, anunció ayer que para sanear su economía contratará únicamente a jugadores locales y despedirá a los extranjeros. “Prescindiremos de todos los jugadores extranjeros”, dijo el presidente del club, Danut Perya, informó Eurosport.

Los contratos se darán por finalizados unilateralmente por correo electrónico, agregó. El tres veces campeón nacional había declarado su insolvencia a principios de este mes y se ve amenazado del retiro de la licencia de la primera liga de fútbol. El Rapid Bucarest, que cuenta con varios extranjeros, entre ellos cuatro brasileños, anunció que ya no puede afrontar los altos salarios de los últimos años. El conjunto de la capital se ubica en la novena plaza de la clasificación, a 21 puntos del líder, el Steaua de Bucarest.