La reforma del edificio del Teatro Nacional de Bucarest sigue a buen ritmo, a pesar de las penurias por las que transitan las cuentas públicas de Rumanía. La infraestructura cultural, sin embargo, cuenta con un préstamo del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa para la construcción y por eso no padece la sequía presupuestaria, informó la cuadratura.com.

Teatrul National BucurestiFoto: www.tnb.ro

Esta semana, el primer ministro Victor Ponta ha asegurado que la obra finalizará en 2014. Pero sólo un poco. El edificio del Teatro Nacional de Bucarest presentaba fallos estructurales que podrían suponer el derrumbe en caso de terremoto. La capital rumana está situada sobre la falla de los Cárpatos, que provoca seísmos muy destructivos; el último de ellos, de 7,2 o 7,5 grados en la escala de Richter, tuvo lugar en 1977.

El actual edificio del Teatro Nacional de Bucarest se basa en un proyecto de la década de los sesenta. El complejo dispone de un gran anfiteatro, una torre, un edificio anexo para oficinas y espacios de ensayo, otra construcción destinada a pequeña sala y una zona subterránea destinada a aspectos técnicos relacionados con el funcionamiento del teatro. En agosto de 1978 se produjo un incendio que dejó malparado al gran anfiteatro y la sala no pudo abrirse en años, hasta 1986.

La restauración tras el accidente, sin embargo, afectó a la estructura del edificio y conforme a la legislación aprobada en 2006, el Teatro Nacional de Bucarest no era un edificio seguro. La solución elegida para solventar los problemas de seguridad pasa por reformar la fachada y consolidar la estructura general del edificio. Y ya de paso, se va a reformar el interior para mejorar la visibilidad y la sonoridad de la sala. La idea es que en el futuro el teatro esté abierto todo el día y sirva para todo tipo de eventos.

La capacidad, además, se aumentará de los 1.700 asientos a más de 3.000. Precisamente la capacidad del nuevo anfiteatro es algo que preocupa al primer ministro, que ha afirmado que ha pedido un cambio en el diseño de los asientos para que sean cómodos. “Es un problema para todos las personas altas en todas las salas, pero creo que se diseñarán pensando en las nuevas generaciones“, ha confirmado Ponta, asegurando que el Teatro Nacional de Bucarest es el mayor proyecto cultural del país y que se medirá cara a cara con los mejores teatros de Europa. El presupuesto de la reforma del Teatro Nacional de Bucarest asciende a 65 millones de euros. En un principio se pensó que costaría 51 millones, 27 de los cuales proceden del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa. Las obras comenzaron en 2011 y se alargarán durante tres años. ​