​Azerbaiyán suministrará electricidad a la Unión Europea (UE) a través de un nuevo cable submarino, según un acuerdo firmado el sábado en Rumania y destinado a diversificar los recursos del bloque tras la invasión rusa de Ucrania. "Hemos decidido dar la espalda a los combustibles fósiles rusos y recurrir a nuestros socios energéticos fiables", explicó en Bucarest la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, relató AFP.

Von der Leyen, Iohannis și Ciucă la CotroceniFoto: Presidency.ro

El marco financiero y técnico del acuerdo no se precisa en el comunicado que publicó el presidente rumano, Klaus Iohannis, al margen de una reunión entre los diferentes signatarios. El proyecto prevé que las obras empiecen en septiembre de 2023, y la infraestructura no estará en servicio antes de 2029.

Con una longitud de 1.195 km e inmerso casi exclusivamente en el mar Negro, el cable debe conectar Azerbaiyán con Hungría, pasando por Georgia y Rumania. Estos cuatro países firmaron el acuerdo. Rumania y Hungría, miembros de la UE, cuentan con el apoyo de la Comisión Europea.

"Nos estamos preparando para construir el cable eléctrico submarino más largo" hasta el momento, destacó el primer ministro húngaro, Viktor Orban. Desde la invasión de Ucrania en febrero, la UE está impulsando las colaboraciones estratégicas con varios Estados productores para intentar reducir su dependencia de los hidrocarburos rusos.

El presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, indicó que el proyecto constituye la "contribución" de su país "a la seguridad energética europeo" y también "un nuevo puente entre la UE y Azerbaiyán".

El cable representa una "nueva ruta llena de oportunidades" para Georgia, "un país con destino europeo" que podría convertirse en un "centro energético", apuntó Ursula von der Leyen. La presidenta de la Comisión Europea añadió que la obra también "permitirá suministrar electricidad a nuestros vecinos, como Moldavia y Ucrania, contribuyendo a la modernización del sistema energético ucraniano".

El acuerdo cubre otros ámbitos de cooperación, como "las nuevas tecnologías energéticas, la producción de hidrógeno y la expansión de las infraestructuras de tránsito", según un comunicado de la presidencia rumana.