México ha deportado 102 ciudadanos rumanos y otros 114 aún siguen retenidos a la espera de poder regresar. Así lo aseguró este miércoles el ministro de Exteriores rumano, Bogdan Aurescu, quien calificó la situación de inadmisible.
Aurescu afirma que los pasajeros han denunciado el abuso de la policía de frontera, la falta de agua y de comida durante, pero también los espacios inadecuados en los que se encuentran recluidos.
“Estamos profundamente preocupados por la situación de los ciudadanos rumanos que estaban planeando unas vacaciones en México y que se ven afectados por las recientes decisiones de las autoridades mexicanas", declaró Aurescu en una rueda de prensa.
“Lo que está pasando es inadmisible, es una actitud hostil de las autoridades mexicanas hacia los ciudadanos rumanos. Es una situación que corre el riesgo de llevar a México a la pérdida de turistas, dinero y credibilidad como destino de viaje, a través de tales acciones", prosiguió el canciller rumano.
Aurescu precisó que el Gobierno mexicano anunció que, desde el punto de vista epidemiológico, el área de la Ciudad de México está catalogada como zona roja y Cancún como zona naranja.
Más de 200 rumanos que se dirigieron a México a bordo de dos aviones de la compañía Lufthansa se hallaron varados desde el 30 de enero en los aeropuertos de la Ciudad de México y Cancún.
Algunos pasajeros se quejaron las autoridades les confiscaron sus teléfonos, pasaportes y tarjetas de crédito.
