La policía de la provincia de Teleorman ha abierto este lunes una investigación sobre la muerte de un hombre tras ser ingresado en un hospital a causa de los gases lacrimógenos que las fuerzas del orden utilizaron para dispersar a los manifestantes en la protesta del pasado 10 de agosto en Bucarest, informó la agencia Mediafax.

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"Un hombre de 62 años falleció en la noche del 19 al 20 de agosto. Esta mañana (lunes) se ha procedido a la autopsia para establecer las causas del fallecimiento", declaró la portavoz de la policía de Teleorman, Teodora Dragole.

Esta persona, que tenía problemas de hipertensión, inhaló gas lacrimógeno, lo que le provocó una hemorragia nasal y murió tras sufrir un paro cardíaco, según la agencia de prensa.

Tras conocerse esta noticia, el Departamento para Situaciones de Urgencia (DSU) informó de que este hombre se presentó en una ambulancia y que rechazó ser trasladado a un hospital bajo su propio acuerdo tras recibir los primeros auxilios.

"Estaba consciente, cooperante, con tensión arterial alta (126/121) y nivel de oxigenación normal (97%), explicó DSU en Facebook.

Sin embargo, se presentó en un urgencia de un centro médico con vómitos y sangrando, lo que obligó su ingreso en cuidados intensivos de un hospital.