Miles de personas protestaron en la noche del miércoles en Bucarest y en varias ciudades de Rumania contra los cambios del código penal, de los que aseguran que dificultarán la lucha contra la corrupción.
"No cederemos" y "ladrones" vociferaron los cinco mil manifestantes congregados ante la sede del Gobierno en la capital.
Otros miles de ciudadanos se manifestaron en Sibiu, Cluj-Napoca y Timisoara.
El Congreso de los Diputados adoptó el lunes unas enmiendas del procedimiento penal que, según sus detractores, protegerían a los delincuentes.
Las enmiendas limitan a un año el tiempo que la Fiscalía puede investigar un supuesto delito, pasado el cual el proceso será automáticamente archivado, lo que dificultará investigar las intrincadas redes y estructuras de corrupción.
Además, la Fiscalía sólo pueda recurrir una sentencia absolutoria si dispone de nuevas pruebas.
Tampoco serán admitidas como prueba las escuchas telefónicas que no estén relacionadas con el caso por el que una persona está siendo investigada.
El presidente rumano, el conservador Klaus Iohannis, aseguró que estas modificaciones "favorecerá" al presidente del gobernante Partido Social Demócrata, Liviu Dragnea.
Dragnea, que ha pedido que se revisara su condena a dos años de cárcel por fraude electoral que le ha impedido ser el primer ministro, espera conocer este jueves una sentencia por supuestos empleos ficticios.
Desde 2017, los socialdemócratas intentan modificar las leyes para evadirse de la justicia, tentativas que han suscitado críticas tanto de la Unión Europea como muchos ciudadanos.
