Después de la revolución de 1989, el rey Miguel I tuvo que permanecer alejado de Rumanía durante casi ocho años, recibiendo de nuevo la ciudadanía rumana en 1997, durante el mandato de Emil Constantinescu. El exsoberano fue humillado en varias ocasiones durante el régimen del expresidente Ion Iliescu. La primera vez fue en la Navidad de 1990, cuando las autoridades detuvieron al rey Miguel I, acompañado por la reina Ana y la princesa Margarita, de camino a Curtea de Arges, y le obligaron a regresar al aeropuerto y abandonar Rumanía.

Ion Iliescu si Regele Mihai I isi strang mana (2001)Foto: Agerpres (editat)

El régimen de Iliescu les permitió a Sus Majestades visitar el país durante la Pascua de 1992, pero en 1994 le obligaron de nuevo a regresar al aeropuerto de Otopeni, debido a que no tenía visado, justo cuando el rey acababa de bajarse del avión. Las imágenes de los dos incidentes no se hicieron públicas hasta el año 2013. Ni siquiera se le permitió entrar en el país en 1995 para asistir al funeral de Corneliu Coposu.

Primera afrenta - 25 de diciembre de 1990

El 25 de diciembre de 1990, Miguel I, acompañado por varios miembros de la familia real, llegó al aeropuerto de Otopeni y entró en el país con un pasaporte diplomático danés, que le otorgaba un visado de 24 horas para ir al Monasterio de Curtea de Arges y asistir a la misa de Navidad. De camino a Curtea, el rey y sus acompañantes, que iban en un vehículo, fueron detenidos por la policía. Esta les condujo de nuevo al aeropuerto y les obligó a abandonar el

país.

(fuente: Wikipedia)

El Gobierno permitió que el rey Miguel regresara al país en 1992 para asistir a la fiesta de Pascua en abril. "La máxima tensión fue cuando el avión, que pasaba por Austria y Hungría, se adentró en el espacio aéreo rumano. El hombre de la torre de control tragó en seco y dijo: Damos la bienvenida a Su Majestad ", afirmó Emil Hurezeanu para Digi24.

En Bucarest, cientos de miles de personas salieron a la calle para ver al rey, que se dirigió al pueblo rumano desde el balcón de una habitación de hotel y no desde el Palacio Real, porque no recibió la aprobación de las autoridades, señala Digi24 en un reportaje.

Imágenes de la visita del rey Miguel I en 1992:

Radu Campeanu, presidente del Partido Nacional Liberal en ese momento, le propuso al rey Miguel que se posicionase en las elecciones presidenciales de parte de los liberales, pero el rey se negó rotundamente. Después de este episodio, se le prohibió la entrada al país y sufrió una nueva afrenta.

7 de octubre de 1994 – Regreso al aeropuerto de Otopeni El Rey Miguel I y la Reina Ana aterrizaron en el aeropuerto de Otopeni y bajaron del avión, mostrando sus pasaportes. Varios diputados rumanos estaban esperando para recibir al rey. Las autoridades no le permitieron entrar en el país y le obligaron a regresar al avión y volver al lugar del que venía.

Uno de los que desafió las medidas tomadas por las autoridades fue Dinu Patriciu (diputado del partido Convención Democrática Rumana), quien, cerca del avión en el que estaba el rey Miguel, acusó a las autoridades de "abuso de poder". Según las imágenes de archivo de TVR, las autoridades dijeron: "No otorgamos visados en la frontera. El pasaporte no contiene un visado para Rumanía". El avión de la compañía Air France regresó al lugar de partida.

Imágenes del momento:

Al rey Miguel se le prohibió asistir al funeral de Corneliu Coposu, en 1995, ceremonia a la que fue invitado por Emil Constantinescu. Más tarde envió un comunicado grabado que escucharon cientos de miles de rumanos.

"La acción política de prohibir que el rey asistiera al funeral nos conmovió, pero fue de nuevo un grave error, en mi opinión, basado en el miedo", afirmó Emil Constantinescu para Digi24.

En 1997, el Gobierno de Convención Democrática Rumana le concedió de nuevo al rey Miguel la ciudadanía rumana. En 2001, Ion Iliescu, elegido nuevamente como presidente de Rumanía, invitó al rey Miguel a Rumanía para reabrir una galería de arte en el Palacio Real.

El Rey Miguel y Ion Iliescu se estrecharon la mano, como había ocurrido en otras ocasiones. Sin embargo, en 2011, el rey Miguel se negó a estrecharle la mano a Iliescu cuando este se dirigió hacia él con la mano extendida con motivo del discurso del exsoberano en el Parlamento.

Texto traducido por Alicia Sevilla