​Rumanía prohibió entrar este viernes en su espacio aéreo a un vuelo de la compañía aérea rusa S7 que realizaba la ruta entre Moscú y Chisinau con 165 pasajeros a bordo debido a que viajaba el viceprimer ministro de Rusia, Dmitri Rogozin, sancionado por la Unión Europea (UE). Rogozin publicó inmediatamente un mensaje en una red social: "Esperad una respuesta, sabandijas".

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El Ministerio de Exteriores rumano confirmó la restricción a sobrevolar sobre su territorio, lo que obligó al avión a dar la vuelta y aterrizar en el aeropuerto bielorruso de Minsk, puesto que Hungría tampoco le dio el premiso para repostar combustible.

“Las autoridades rumanas han puesto en peligro la vida de los pasajeros hallados a bordo del vuelo S7, mujeres y niños. El combustible ha sido suficiente hasta Minsk. Esperad una respuesta, sabandijas”, escribió Rogozin en Twitter.

En el aeropuerto de Chisinau se manifestaban unas mil personas en contra de su visita vociferando “Rusia tiene poder, mente no”, “fuera ejército ruso” de Moldavia.

El viceprimer ministro ruso, vetado por la UE tras su papel en la crisis de Ucrania, se dirigía a Moldavia para reunirse con el presidente de la exrepública soviética, Igor Dodon.

En la capital moldava, Rogozin tenía previsto participar en los actos que conmemoran el 25 aniversario de la misión de paz rusa en Transnistria, región separatista de este país que autoproclamó su independencia en 1990.

Transnistria rompió los lazos con Moldavia tras un conflicto armado (1992-1993) gracias a la ayuda de Moscú. En la actualidad, hay cerca de 1.500 soldados en esa zona bajo el pretexto de garantizar el mantenimiento de la paz.