Miles de rumanos salieron a las calles de nuevo el domingo para reclamar la dimisión del gobierno socialdemócrata, objeto de una oleada de protestas desde que a finales de enero intentara suavizar las leyes anticorrupción. En Bucarest, unas dos mil personas se concentraron bajo la lluvia delante de la sede del gobierno al grito de "¡Ladrones!" y "¡Dimisión!", cuenta la agencia francesa de prensa AFP.

Protest Piata Victoriei 19 februarieFoto: Victor Cozmei / HotNews.ro

"El gobierno actual ha perdido toda su credibilidad. El Partido Socialdemócrata ganó las elecciones, no lo discutimos, pero debe encontrar a gente honesta para dirigir el país", declaró uno de los manifestantes, Gheorghe, aviador jubilado.

"Es importante estar alerta, decir a los gobernantes que les vigilamos y que no toleraremos más corrupción", lanzó Madalina, bibliotecaria de 45 años.

Cerca de tres mil personas se manifestaron también en Cluj (noroeste), enarbolando banderas rumanas y de la Unión Europea, según los medios.

La adopción, el 31 de enero, de un decreto que despenalizaba algunos actos de corrupción provocó manifestaciones diarias de una amplitud sin precedente desde la caída del régimen comunista en 1989.

El 5 de febrero, medio millón de personas salieron a las calles de una cincuentena de ciudades de todo el país para protestar.

Frente a esta movilización, el gobierno de Sorin Grindeanu abrogó el texto, pero el Parlamento, de mayoría socialdemócrata, todavía tiene que ratificar la retirada.

El gobierno también se había planteado adoptar a través de un decreto de emergencia un segundo proyecto controvertido para liberar a unos dos mil detenidos que cumplen penas de hasta cinco años de cárcel.

El texto fue enviado al Parlamento, que lo examinará previsiblemente en las próximas semanas.

En una visita a Bruselas el jueves y el viernes, Grindeanu se comprometió con los responsables de la Comisión Europea a no modificar la legislación anticorrupción sin haber consultado antes a la sociedad civil y a expertos de la Unión Europea.