Cerca de 1.500 personas se congregaron este lunes frente a la sede del Gobierno rumano para protestar por decimocuarto día consecutivo contra la lacra de la corrupción, pese a que el Ejecutivo dio marcha atrás a un proyecto de ley que suavizaba las penas.
“Traidores", "Resistimos, no nos vamos" o “dimisión” fueron algunos de los cánticos acompañados de carteles que rezaban “Noches ladrones, día mafiosos” o "pedimos un Gobierno limpio y competente".
Las gélidas temperaturas que se registran en Bucarest, cinco grados bajo cero, los manifestantes aguantaron hasta que cantaron el himno nacional y encendieron sus móviles como linternas en señal de protesta.
El Parlamento de Rumanía dio luz verde a la celebración de un referendo sobre la lucha contra la corrupción, a iniciativa del presidente rumano, Klaus Iohannis, tras las mayores protestas sociales desde la caída del comunismo.
Tras el unánime visto bueno de la Cámara el jefe de Estado deberá proponer una fecha y la pregunta exacta del referendo.
