El proceso contra el primer ministro rumano, el socialdemócrata Victor Ponta, por presunta corrupción dará comienzo hoy en la Alta Corte de Casación y Justicia, el mismo día en el que la oposición conservadora presentará una moción de censura contra él.
Ponta, que cumplió ayer 43 años, ha rechazado reiteradamente las peticiones de dimisión y se ha declarado inocente contra los cargos de evasión fiscal, blanqueo de dinero y falsedad documental (17 infracciones) cuando ejercía como abogado entre 2007 y 2011.
Se desconoce si el primer ministro asistirá a la primera vista, ya que se trata más de un trámite judicial en el que su presencia no es obligatoria.
La Fiscalía anticorrupción también acusó a Ponta de conflicto de intereses durante su mandato como jefe del Ejecutivo, al nombrar dos veces como ministro a un amigo cercano.
Sin embargo, el Parlamento bloqueó el levantamiento de la inmunidad parlamentaria a Ponta, ya que la coalición gubernamental de centroizquierda goza de mayoría.
El líder socialdemócrata, que llegó al poder en 2012, insiste en terminar su mandato, hasta finales de 2016.
"Nunca he hecho algo ilegal o con mala intención, he aprendido de los errores y he pedido disculpas cuando me he equivocado", señaló ayer Ponta en un mensaje en la red social Facebook.
El pasado jueves, Ponta arremetió contra el fiscal que está llevando su caso al calificarle de "aficionado" que quiere confirmarse en su profesión y acusarlo de inventarse hechos y situaciones.
Por su parte, el presidente rumano Klaus Iohannis sólo ha podido pedir al primer ministro que abandone su cargo, ya que carece de trámite constitucional para proceder a la dimisión de Ponta.
Al mismo tiempo, el Partido Nacional Liberal ya ha mostrado su preocupación al indicar que Rumanía se halla en el umbral de una crisis política y que, por ello, presentará hoy una moción de censura en la que pretenden ganarse incluso el apoyo de parlamentarios de centroizquierda.
"La posibilidad de que Ponta sea condenado mientras ejerce sus funciones coloca a Rumanía en una situación particularmente difícil en cuanto a la relación con sus socios internacionales", precisó la máxima responsable de la oposición, Alina Gheorghiu, en un comunicado de prensa.
Ponta, que dejó en julio la presidencia del Partido Socialdemócrata por las acusaciones de corrupcíon, lo que ha provocado fisuras dentro de su formación política y declaraciones contra el propio primer ministro.
