El ministro de Transportes de Rumanía, Ioan Rus, dimitió este jueves de su cargo después de calificar de “macarras” a los hijos y de “putas” a las mujeres de los emigrados rumanos que trabajan en busca de una mejor calidad de vida.

Ioan RusFoto: Agerpres

En una entrevista en la noche del miércoles en la cadena de televisión Digi24, Oprea se dirigió de manera despectiva contra sus compatriotas que se han marchado del país balcánico, el segundo país más pobre de la Unión Europea.

“Rumanía tiene tres millones de personas -en cuanto a mano de obra- en estos momentos en Occidente. De los tres millones, uno trabaja en construcción por Europa. Ganan, quizás, 1.500 euros de salario. Lo digo directamente. De este dinero, los niños se hacen macarras en casa y sus mujeres putas. De 700 euros, viene a casa la mitad”, declaró Rus.

“Lamento la situación generada por las declaraciones de Ioan Rus. Ha asumido su responsabilidad y me ha presentado la dimisión de su función de ministro. He aceptado la dimisión y debatiremos la próxima semana sobre su sustituto”, escribió el primer ministro, el socialdemócrata Victor Ponta, en su red social de Facebook.

"Pido disculpas si he insultado a alguien mediante la fórmula elegida, pero mis intenciones pasaban por señalar una situación grave a la que muchas familias rumanas se enfrentan", afirmó Rus.

Al primer ministro socialdemócrata se le acumulan en los últimos meses los escándalos tras las dimisiones de sus antiguos ministros de Finanzas y Desarrollo regional, Darius Valcov y Livu Dragnea, por corrupción.

Además, el Parlamento votará mañana una moción de censura contra el Gobierno a petición del opositor Partido Nacional Liberal, que probablemente la coalición de centroizquierda superará cómodamente gracias a la mayoría parlamentaria de la que goza.

Esta misma semana, Ponta se salvó de una investigación penal de la Fiscalía por conflicto de intereses gracias a que los diputados rechazaron que se levantara la inmunidad al primer ministro