​"Una botella de agua mineral en Reino Unido cuesta más que una cerveza en Rumanía; probablemente, pero ¿quién la compra cuando la del grifo es sana y gratis?", se pregunta retóricamente el director del British Council de Bucarest, Nigel Townson, en declaraciones al diario Gandul, en medio de las diatribas de antiinmigración.

Townson, de 56 años y casado con una rumana desde hace 17 años, asegura que muchos compatriotas están encantados de Rumanía y que no se temen una invasión hacia su país, al mismo tiempo que su ingenio reluce: "Vamos a tomar una cerveza en Rumanía", como reacción a la iniciativa “Why don't you come over?” (¿Por qué no vienen aquí?).

Lanzada por el diario rumano Gandul y la agencia GMP para contestar a la campaña del Reino Unido, con la que se pretende disuadir a los rumanos y búlgaros de mudarse a tierras británicas, sigue extendiéndose con cientos de voluntarios.

Ya son más de 300 personas las que se han ofrecido de manera voluntaria para ofrecer alojamiento a los ingleses que deseen visitar el país balcánico y conocer las maravillas de este país de la Europa del este.

En la localidad de Barca situada en la provincia de Dolj, a 275 kilómetros al este de Bucarest, Rodica Ciutureanu prepara fehacientemente la cama-sofá y espera a los huéspedes británicos. Incluso, ha llegado a convencer a su suegra para que la acompañe en esta campaña con otras dos camas, relató hoy el periódico Gandul.

Gratis y con gran entusiasmo, la mujer de 52 años solamente tiene en la cabeza una idea: “promover Rumanía”.

“La política tiene la culpa; todos se pelean entre ellos en vez de hacerlo por el país”, declaró Ciutureanu al medio de comunicación, a quien le añadió que “Rumanía puede promoverse por el turismo y el deporte, no por la política”.

Con eslóganes como "La mitad de nuestras mujeres son como Kate. La otra mitad, como su hermana", "Nuestra cerveza es más barata que vuestra agua embotellada" o "Hablamos mejor inglés que en cualquier lugar de Francia", se ha captado la atención de la opinión pública por su buen humor.

Con mensajes descoronozadores como "Inmigrantes, no vengáis al Reino Unido. Llueve mucho, el empleo es escaso y pagamos poco", Gandul y la agencia GMP han encontrado un filón para promocionar su país: "Tal vez no nos guste Gran Bretaña, pero os encantará Rumanía".

La perspicacia de Gandul le ha llevado a crear la aplicación "Come To Romania" (Ven a Rumanía) con la que se puede publicar una consigna para contestar a los británicos.

Por su parte, el embajador de Rumanía en Londres, Ion Jinga, mostró su aprecio por la iniciativa como “una muestra de que los rumanos tienen sentido del humor tan desarrollado como nuestros amigos británicos”.

El diplomático señaló que la prensa inglesa exageró la idea del político londinense de desincentivar a los rumanos que quieren venir a trabajar a Reino Unido. “Los medios británicos han lanzados propuestas de las que solamente puedes reírte de divertidas”.

Londres desmintió cualquier intención de organizar una campaña negativa contra los rumanos o británicos, después de que se levante la restricción al mercado laboral en diciembre de este año, añadió Jinga. En Reino Unido, residen unos 94.000 rumanos en 2012, lo que ocupan el puesto 21, liderado por la India y Polonia.