El Ministro de Asuntos Exteriores, Titus Corlatean, declaró que el tesoro que Rumania entregó a Rusia durante la I Guerra Mundial se encuentra sin dudas en Moscú, y su recuperación es "una prioridad" para el Gobierno rumano, informó la agencia Mediafax.

Corlatean aseguró que las posibilidades de que el oro retorne a Rumania dependen de un "diálogo político funcional" con la Federación Rusa.

A lo largo del último siglo Rusia ha enviado a Rumanía algunas partes del tesoro, trasladado a Moscú por las autoridades rumanas durante la I Guerra Mundial para mantenerlo a salvo de los Imperios Centrales y del que se apropiaron las autoridades comunistas al tomar el poder en 1917.

La mayor parte del oro rumano sigue sin embargo en Moscú, y es motivo de permanente disputa diplomática entre Rusia y Rumania.

El diálogo en torno a la devolución del tesoro rumano se reanudó entre delegaciones de los dos países la semana pasada en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), después de haber estado "congelado durante muchos años", según explicó el propio Corlatean.

El canciller rumano reconoció los altibajos de la relación con Moscú en las últimas semanas, sobre todo a raíz del atropello por parte de un diplomático ruso de una chica que se encuentra en coma y su retirada de territorio rumano por parte del Kremlin para evitar abrir la investigación que pedía Bucarest.

Corlatean se mostró al mismo tiempo abierto a una relación pragmática y abierta con la Federación Rusa, especialmente en asuntos económicos.

Sobre una eventual reunión bilateral con su homólogo ruso Serghei Lavrov, Colratean evitó fijar un plazo concreto, y aseguró que se hará cuando se cumplan "todas las condiciones", al no tratarse de un encuentro "de cortesía".

El oro rumano enviado a Rusia durante la Gran Guerra incluye el tesoro del Banco Nacional de Rumania, valores perteneciendo a varios bancos rumanos privados, empresas, colecciones de arte, joyas, archivos, etc.

En el 2017 el oro rumano cumplirá cien años en las arcas de Moscú.