Cirilo I de Moscú inició este jueves la primera visita a Rumanía de un patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa desde caída del comunismo, con motivo del décimo aniversario del nombramiento de su homólogo Daniel, para impulsar las relaciones entre ambas comunidades religiosas.

Patriarhul KirillFoto: Captura YouTube

“Nosotros, los cristianos ortodoxos que vivimos en países distintos debemos saber que tenemos valores comunes. Estos significa que tenemos un extraordinario potencial de cooperación e interacción”, señaló Cirilo I nada más llegar a Bucarest, informó la agencia Agerpres.

“Las buenas relaciones entre las personas pueden darse solo si tienen valores comunes", subrayó el patriarca de Moscú y toda Rusia, quien trajo consigo las reliquias del Santo Serafín de Sarov, uno de los santos más venerados en la iglesia ortodoxa.

"Nos alegramos que ha aceptado nuestra invitación de homenajear a los mártires ortodoxos durante la época comunista”, le transmitió Daniel.

Cirilo, que visitará Bucarest hasta el sábado, participará en varias ceremonias religiosas dedicadas al Santo Demetrio el Nuevo, patrón de la capital rumana, así como en la misa en la que se conmemorarán los diez años desde la entronización del patriarca rumano Daniel.

Los representantes de ambas iglesias abordarán las dificultades de los creyentes durante la dictadura comunista y la importancia de la libertad religiosa hoy en día.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, le dio el acuerdo para realizar esta visita, a pesar de que oficialmente los poderes político y eclesiástico en Rusia están separados.

Cirilo I de Moscú, cuyo nombre verdadero es Vladimir Gundeaev, nació en Leningrado (San Petersburgo) el 20 de noviembre de 1946. Su padre fue cura y su madre profesora de alemán.

Desde 1989 hasta 2009 fue presidente del Departamento de Relaciones Exteriores de la Iglesia Ortodoxa Rusa. El 27 de enero de 2009 fue elegido Patriarca de Moscú y de toda Rusia.