Dado que me dedico a promover la inversión española en Rumanía porque creo firmemente que es una buena base para la expansión de nuestra empresa en la región, en numerosos artículos anteriores explico lo bien que van tal o cual sector, lo contentos que están los inversores por los resultados que obtienen y el potencial en algunas áreas muy poco explotado por los empresarios de mi país. Y todas estas historias de éxito, evidentemente realizadas con equipos rumanos convenientemente seleccionados y dirigidos con resultados muy satisfactorios.

José Miguel ViñalsFoto: Hotnews

Los artículos pueden dar a veces la imagen de ser excesivamente positivos, optimistas o elogiosos, omitiendo los puntos más oscuros que pueda tener el país. Quizá sea cierto, pero imagino que compensa al amplio bando contrario, al que le gusta cargar tintas contra Rumanía sin ver más que breves pinceladas del conjunto (las que la prensa más gusta explotar).

Aunque decir que escondo lo feo no es del todo cierto.

He comentado en numerosas entradas en este blog mis experiencias, en los últimos 8 años, con inversores españoles que vinieron a Rumanía por confianza en algún trabajador o conocido rumano y que han acabado lamentándolo.

¿Por qué lo lamentaron? Hay varias razones, no sólo una. Algunos, la minoría, porque han sido claramente engañados por gente sin escrúpulos, que las hay en Rumanía igual que en cualquier lado, y que venderían a cualquiera por el precio justo (o lo pueden robar). El resto, por lo general, porque confiaron en una persona sin excesiva preparación pero sí con una gran capacidad de comunicación y convicción y lo hicieron jefe de su empresa. Y mal les fue.

A todos nos gusta lamernos las heridas, así que, por lo general, los frustrados inversores siempre decoran su historia con la coletilla “y yo que lo consideraba un amigo, era casi uno de la familia”…

De acuerdo, usted lo consideraba su amigo, casi hermano. ¿Pero lo era? ¿Mantenía esta persona ese mismo sentimiento hacia usted?

El Profesor Daniel David durante la conferencia. Aunque la proyección figure una fecha del 2014 la presentación a la que asistí fue hecha el 24 de mayo de 2015.

El pasado mayo, organizada por el Cónsul Honorario de Holanda en Timisoara, Sr. Marius Popa, se celebró en Timisoara una conferencia del Profesor de Psicología de la Universidad Babes-Bolyai de Cluj-Napoca, Sr. Daniel David con el título “Psicología del pueblo rumano”. Ha sido sin duda una de las mejores conferencias a las que he asistido en años. En julio 2015 se ha publicado el libro del mismo título (Psihologia Poporului Roman, Daniel DAVID, Editura POLIROM), de lectura muy recomendable, con los resultados y conclusiones de un estudio que empezó a gestarse en 2005 y que condensa en 400 páginas los resultados detallados establecidos en comparación con el perfil americano medio (EEUU)

¿Cómo es el pueblo rumano? ¿Es distinto del europeo occidental? Si lo es, ¿por qué? Pues atención, el “Yo soy yo y mis circunstancias” de Ortega y Gasset es también aplicable a Europa del Este y claramente las circunstancias, pasadas y presentes, han tenido mucho que ver en la formación del carácter rumano. Y que conste que la genética entre el pueblo rumano y el resto de occidentales es la misma, somos iguales.

El libro no se puede resumir en este artículo pero sí puedo dar pinceladas, algunas de la conferencia y otras del libro. Las características a destacar son (comparación con el ciudadano americano medio):

• Respeto hacia el poder: MAYOR. El poder ha de estar concentrado y ha de existir. Se le respeta y no se contesta. Si no nos gusta te aguantas, pues “asa e” (es lo que hay), frase que se oye continuamente.

• Aceptación de la incertidumbre: MENOR no está muy abierto a cambios no esperados

• Nivel de pragmatismo: IGUAL

• Nivel de inteligencia: IGUAL a nivel individual, si bien el sistema escolar y social no permite su desarrollo completo.

• Capacidad de dar una buena primera impresión: MAYOR

• Cultura masculina (confrontación)/femenina (consenso): Femenina

• Nivel de individualismo: MENOR. Es poco autónomo

• Competitividad: MAYOR

• Motivación laboral: MAYOR. El trabajo es un elemento de afirmación social y se penaliza el fracaso. Añado yo aquí que tener dinero es la muestra del éxito: cuanto más dinero tengas más has triunfado en la vida y más admirado serás.

• Nivel de Indulgencia: MENOR. No se apoya el éxito ajeno ni se premia al mejor.

• Extraversión social: MAYOR

• Tendencia a exagerar: MAYOR. Tanto lo bueno (si algo es bueno, somos los mejores del mundo) como lo malo (Nuestro país es el más corrupto, nuestros políticos los más ladrones, no hay nada que hacer,….). Como comentario personal decir que son maestros en tirarse piedras a su propio tejado. Lo hacen mejor que los españoles, que ya es decir, y como nosotros, sin demasiada razón.

• Nivel de felicidad: MENOR

• Posición a “la defensiva”: MAYOR. Miedo intrínseco “a ser atacado”

• Confianza en los demás:

◦ Familia: MAYOR

◦ Amigos: MENOR

◦ Terceros: MENOR

Otro momento de la conferencia del Profesor Daniel David de la Universidad Babes-Bolyai de Cluj-Napoca

Este punto es de extrema importancia ya que explica una diferencia cultural muy importante entre los occidentales y los rumanos. El rumano medio únicamente se considera leal a su familia y ésta es con diferencia lo principal. Amigos y terceros no entran en el estrecho círculo de personas que merezcan o reciban confianza y se encuentran bastante más alejados de su esquema mental de lo que están en occidente. En parte esto es muy normal si tenemos en cuenta que, históricamente, en la Península Balcánica ha habido una continua entrada de extranjeros que han zarandeado unos sí y otros también los esquemas locales y que, más recientemente durante el comunismo, no te podías fiar de nadie pues cualquier hijo de vecino podía ser un confidente policial. Sobrevivir significaba a menudo vivir atrincherado en el círculo más íntimo y cualquier tercero podía ser un peligro en potencia (“¿Cómo confiar en la gente cuando siempre hemos sido controlados y explotados de aquellos que nos contactaban? ¿Cómo cooperar con extranjeros en un medio en que el extranjero era a menudo un enemigo y cada uno debía preocuparse antes de nada por su seguridad y la de su familia?” Pag.310)

El pequeño empresario español medio es a veces poco pragmático y más confiado. Se guía más por un “somos amigos”, lo que implica un alto grado de confianza, y ahí es donde se equivoca. Esa confianza no es ni entendida ni compartida por el rumano medio y por tanto hay grandes posibilidades de que uno se sienta decepcionado y el otro no sepa por qué.

Como sumario el Profesor David escribe: “(El rumano) Es un pueblo con un valioso potencial psicológico pero bloqueado y no valorado, consciente de que no está ni donde desea ni donde le corresponde, y que por tanto lo hace:

• Ambicioso, con una alta motivación/competitividad en escuela y trabajo, considerados como formas de obtención del reconocimiento social. Transformar la competitividad en eficiencia choca con indisciplina y falta de perseverancia a menos que el objetivo buscado le sea beneficioso.

• Estar a la defensiva

• Menos social y altruista

El estudio sobre todo un pueblo engloba a toda la población. Es por ello importante las consideraciones que el Profesor David hace sobre los que cree que pueden ser motor del cambio en Rumanía:

• Existe una generación de jóvenes y de adultos de edad media formados en la cultura democrática moderna que pueden ser el motor de la modernización de Rumanía…

• Existe una generación de edad avanzada (sobre todo en el medio académico) que entiende la necesidad de modernizar el medio social económico rumano

• Existe una emigración científica rumana que puede contribuir a general valores/normas/axiomas sociales modernos en Rumanía.

A fecha de 15 de enero de 2015 un 90% de los rumanos consideraba necesario un nuevo proyecto para el país. Convencido de que será un proyecto que mejorará lo que haya que mejorar, a mí esta perspectiva me entusiasma. Ahora hay que ponerse a conseguirlo.

José Miguel Viñals

Director General Diagonal Consulting SRL VIA RUMANIA

Cónsul Honorario de España en Timisoara