En el territorio de Rumania existen cerca de 200 castillos, la mayor parte de ellos se localizan en Ardeal (Transilvania). Algunos son celebres, como el de Bran, Peles en Sinaia, el Castillo de Corvin en Hunedorara o el Palacio Cantacuzino de Busteni, pero otros yacen olvidados, en la más profunda miseria y dejados a su suerte por los propietarios. Los descendientes de los nobles han reivindicado la mayoría de estos castillos, los han conservado o vendido. Alguno de estos castillos se han reconvertido en escuelas, museos y hospitales, relata el diarioCotidianul.

Castelul CorvinilorFoto: USER UPLOADED

La aventura de los castillos en el actual territorio rumano comienza en los siglos XIV-XV y se extiende, con alguna excepción hasta finales del siglo XIX. El testimonio de las creaciones de las viejas familias de condes y nobles es de 190 castillos que se encuentran en diversos estados de conservación. Unos están impecables, pero otros aún esperan la restauración que nunca llega por motivos financieros. Muchas de estas viejas construcciones están olvidadas y yacen en decadencia, con solo algunos muros que aún resisten en pie.

La mayoría de estos castillos son construcciones de familias importantes de Ardeal, como los Banffy, Haller, Beldy, Teleki, Kemeny, Kornis, Veress, Wass, Mikes, Apafi, Rhedey, Ugron, Bethlen etc. A lo largo del tiempo los propietarios se han cambiado, pero en 1945 todos tuvieron la misma suerte: fueron nacionalizados y reconvertidos en sanatorios, escuelas o hasta en depósitos de patatas. Tras el año 1989, muchos han sido devueltos y otros están en poder de las autoridades locales o centrales.

Existe un valle Loira también en Ardeal. Este puede localizarse en la región de Mures. El Castillo Apor de la localidad Abus fue construido por la familia Gyullaffy de Rattot en el siglo XIV y ha sido reconstruido por la familia Apor a comienzos del siglo XIX al estilo neoclásico-empirista. En su día albergo una célebre biblioteca con 6.000 volúmenes, hechos añicos por el régimen comunista. A lo largo del tiempo el castillo se ha usado como, tienda, almacén, una escuela, una guardería y un centro cultural. En los años 90 fue devuelto a los herederos de la familia Apor, que han comenzado a renovarlo.

En Gurghiu, el viejo castillo del siglo XVII de Gheorghe RAkoczy I es a día de hoy el museo de caza, en propiedad del Museo Provincial de Mures. En Iernut se encuentra hacienda de la familia Bethlen. El castillo construido al estilo renacentista en el siglo XVI por Gaspar Bogati, fue perdido en un juego de cartas por uno de los Bethlen en 1885. El ganador, Jeno Haller, dono la propiedad a la Iglesia Romano-Catolica de Ardeal. En la actualidad, la situación jurídica de la construcción es extraña ya que no se encuentra en propiedad de la iglesia en cambio está administrado por una empresa, Sere Iernut.

Texto traducido por Translation Agency SRL