Los 10.000 taxistas que circulan diariamente por Bucarest tienen que lidiar con unas condiciones de trabajo duras: muchas horas de trabajo, tarifas y salarios bajos y competencia desleal.

Taxiuri in BucurestiFoto: Agerpres

Se dice que para conocer el alma de una ciudad no hay como conocer a sus taxistas y mercados. Bucarest, ciudad surrealista y maravillosa al mismo tiempo, tiene taxistas de todo pelaje: pícaros estafadores a la caza de un turista o foráneo despistado en Gara de Nord u Otopeni, simpáticos comoCristian Roman–quien ofrece a todos los pasajeros un caramelo al subir al taxi y otro más por cada canción blues que consigan adivinar durante el trayecto- o los sempiternos expertos en fútbol o mujeres.

Sin embargo, cuando se profundiza en las preocupaciones, dificultades y el modus vivendi de los taxistas bucarestinos es cuando uno se da cuenta de cuán ingrato es su oficio.

Número de taxis que circulan por Bucarest

Por Bucarest circulan 7.806 taxis con licencia, a los que hay que añadir una gran parte de los taxis del departamento de Ilfov, otros 3.608.

Para Radu Viorel, presidente de la Asociación de Taxistas Independientes, es intolerable la facilidad con la que estos taxis de Ilfov pueden trabajar en Bucarest capital. Los taxistas de Ilfov sólo tienen autorización para trabajar en Bucarest si un cliente les solicita una carrera hasta la ciudad, pero después deberían volver a Ilfov.

Según el artículo 52 de la Ley 38/2003 este comportamiento irregular está castigado con una multa entre los 1.000 y los 5.000 lei, aunque el número de infracciones por este supuesto es muy pequeño.

Quejas de los taxistas

Una gran parte de los taxistas están contratados por una compañía pero son ellos quienes aportan su vehículo particular. Muchos trabajan sin un salario preestablecido, debiendo pagar a la compañía un precio fijo al día, se trabaje o no, e incluso teniendo que pagar de su bolsillo el precio del combustible.

Los afortunados que sí tienen un salario fijo lo hacen partiendo de los 850 lei al mes a lo que hay que añadir un tanto por ciento de los ingresos.

Muchos taxistas son pensionistas que de esta manera consiguen sacar un extra a su escasa pensión.

Es casi imposible crear nuevas compañías: se necesitan hasta un total de 11 aprobaciones hasta conseguir la licencia final.

Las licencias se pueden obtener individualmente o por una compañía. En 2004 el número de licencias llegó a 9.500, por lo que las autoridades decidieron disminuirlas dentro de lo posible para los siguientes cinco años.

La actual ley limita a un número de 4 autorizaciones por cada 1.000 habitantes.

Las tarifas son muy bajas y el precio de la gasolina muy alto

La tarifa estándar era en 2008 de 1,8 lei/km y el precio de la gasolina era de 3 lei/litro. Actualmente el precio de la tarifa ha disminuido a 1,39 lei/km pero el precio del carburante se ha doblado.

Alexandru Nedelescu, director general de SpeedTaxi, afirma: “Puedo decir que un kilómetro real es ahora en torno a los 2,2 o 2,5 lei. Si se subieran los precios hasta estos topes los beneficios tanto para los taxistas como para las compañías crecerían. Sin embargo, el aumento tiene que ser acordado por el conjunto de las compañías, algo que no se produce. El 80% de las compañías tienen la tarifa de 1,39 lei/km”.