El pasado 22 de noviembre Rumanía sufrió un seísmo de 5,7 grados en la escala Richter, el mayor de la última década. Se ha reabierto el debate sobre si Bucarest está preparado o no para hacer frente a un terremoto catastrófico.

cutremur 1977Foto: Hotnews

Sábado 22 de noviembre, 23:30 horas, Rumanía tiembla ante el mayor terremoto de la última década, de 5,7 grados en la escala Richter. Fue un terremoto de superficie –a 40 kilómetros de profundidad-, lo que explica que se sintiera en un radio muy amplio: el sur y este de Rumanía, Moldavia y Bulgaria.

Mircea Radulian, director científico del Instituto Nacional de Física de la Tierra (INFP en sus siglas en rumano) se apresuró a lanzar un mensaje tranquilizador: “No se espera una gran réplica porque hubo una gran descarga de energía, con más de 20 réplicas de entre 2 y 3,2 grados. Este hecho es positivo porque reequilibra las tensiones de Vrancea”.

Sin embargo no toda la comunidad científica tiene la misma opinión. George Puscaru, sismólogo, afirmó en 2013 que Rumanía está fuera de plazo y que en cualquier momento, más pronto que tarde, se producirá un gran seísmo de entre 6,7 y 7,1 grados.

Mayores terremotos de los últimos 200 años en Rumanía

Rumanía se halla en una zona de frecuentes movimientos sísmicos, siendo Vrancea el lugar epicentro de dicha actividad.

Octubre de 1802: 7,9 grados, el mayor terremoto producido en esta región.

Noviembre 1829: 7,3 grados.

Enero 1838: 7,5 grados.

Agosto 1893: 7,1 grados.

Agosto 1894: 7,1 grados.

Octubre 1908: 7,1 grados.

Noviembre 1940: 7,4 grados.

4 de marzo de 1977: 7,2 grados. En los 55 segundos que duró se produjeron 1.578 muertos en Rumanía (más de 1.300 en Bucarest) y 11.300 heridos.

Agosto 1986: 7 grados. Causó 150 muertos y medio millar de heridos.

Mayo 1990: 6,7 grados.

Previsiones ante un terremoto catastrófico de más de 7 grados

La alcaldía de Bucarest elaboró un informe para realizar previsiones ante un terremoto catastrófico. Las conclusiones del informe son demoledoras: se esperan más de 6.500 muertos, 16.000 heridos graves y 13.000 leves y otros 95.000 atrapados durante algún tiempo bajo escombros o en sótanos.

Por ello, el ayuntamiento ha elaborado un plan de emergencia para crear un cuerpo de intervención rápida, la compra de perros especializados en rescates y el acondicionamiento de 12 escuelas dotadas para transformarse en caso de necesidad en centros de apoyo a víctimas.

Mapa de edificios con riesgo sísmico elevado en Bucarest

En Bucarest existen 758 edificios con algún riesgo de derrumbe ante un terremoto. De ellos, 374 son considerados un peligro público (188) o de Categoría I (186) con grave riesgo de derrumbe. El sector 6 es el que menos edificios de este tipo tiene, y los sectores 1 y 2 están considerados los más inseguros.

La consolidación de edificios no ha sido la prioridad de las autoridades

Por la Resolución del Gobierno n° 709/1991 se decidió elaborar a partir de 1992 un programa de consolidación de edificios con riesgo de derrumbe ante un seísmo.

No obstante, la efectividad de dicho programa ha sido casi nula. Sólo 39 edificios han sido consolidados.

El mayor problema está en el coste elevado de la consolidación. El coste medio es de 270 a 470 lei por metro cuadrado, unos 70.000 euros por propietario de media. En muchos casos el coste de consolidación es mayor que el precio de la vivienda.

Para iniciar el proceso de consolidación se necesita la autorización de todos los inquilinos y propietarios del inmueble y ante el excesivo coste y la escasa ayuda estatal (un presupuesto de 2 millones de euros anuales) es raro el edificio que tiene la autorización.

Consejos en caso de terremoto

a) tener bien fijado el mobiliario y equipamiento del interior de la vivienda al suelo o paredes.

b) poseer un botiquín de emergencia para 72 horas con agua, medicinas, alimentos y un silbato.

c) si te sorprende el terremoto en el interior de la vivienda resguardarse bajo el quicio de la puerta o de una cama o mesa.

d) apagar el gas, agua y electricidad tras terminarse el seísmo.

e) no utilizar durante o inmediatamente después del seísmo las escaleras o ascensores.