Este año la Alcaldía del Municipio Bucarest va a encender las luces festivas y a abrir las puertas del Mercado Navideño el 29 de noviembre, más temprano comparado con la fecha tradicional de los últimos años, el 6 de diciembre. Los preparativos para el Mercado Navideño, situado frente a la Universidad de Bucarest, están por terminar: los puestos de venta han sido instalados y el árbol de Navidad que va a ocupar el centro de la plaza sólo espera que lo decoren. En las grandes avenidas de la ciudad ya se han colgado las luces festivas.

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A partir de la tarde del 29 de noviembre, durante un mes, entre las 10:00 y las 22:00, el mercado navideño oficial de la Capital abrirá sus puertas para todos los que quieran adentrarse en el espíritu de las fiestas y disfrutar junto a los seres queridos de conciertos, tanto de música tradicional como de grupos conocidos, sin olvidar los villancicos, y de las costumbres y tradiciones navideñas de todas las zonas del país. El Sábato, en la víspera del día de San Andrés, señala también el inicio de la iluminación festiva y las avenidas de Bucarest serán decoradas con millones de luces, según la Alcaldía de la capital.

Los mercados navideños de las grandes capitales europeas abren ya desde el 15 de noviembre, por lo que la municipalidad decidió renunciar a la fecha tradicional del 6 de diciembre.

Bucharest Christmas Market acoge este año a los bucarestinos con un árbol de Navidad de 16 metros de altura, decorado con piruletas, cascabeles y luces, rodeado por decoraciones en las que se van a emplear 14 toneladas de ramas de abeto. En los edificios que rodean el mercado se van a proyectar imágenes típicas para este período del año.

El Mercado Navideño estará compuesto de 100 puestos en los que los visitantes podrás comprar objetos, trajes y máscaras tradicionales, juguetes de madera e instrumentos musicales, esferas navideñas pintadas, coronas de adviento, guirnaldas o velas perfumadas. Tampoco faltarán los elementos culinarios típicos como el cozonac, el vino hervido o el pan de jengibre.

Traductora: Alma Marhamati